Sevilla Shipyard pretende iniciar su actividad en los astilleros en junio y reparar unos 60 barcos al año

Prevé crear 100 empleos directos que podrían ascender hasta 150, y otros 700 de forma indirecta, y podría recibir financiación de la Agencia IDEA
Luis Ramón de Celis y Pablo de Celis
Luis Ramón de Celis y Pablo de Celis
EUROPA PRESS
Luis Ramón de Celis y Pablo de Celis

La empresa naval Sevilla Shipyard, que ha trasladado su interés por explotar los astilleros de la capital hispalense, pretende iniciar su actividad en esa instalación en la misma semana en la que obtendría la concesión por parte de la Autoridad Portuaria, es decir, a mediados de este próximo mes de junio, y reparar una media aproximada de 60 barcos al año.

Así lo ha indicado este jueves, en el transcurso de un desayuno informativo en Sevilla, el máximo dirigente de esta compañía, Luis Ramón de Celis, quien, acompañado del director comercial, su hijo Pablo de Celis, ha confirmado que la previsión de la empresa es generar unos 100 puestos de trabajo directos y hasta 700 indirectos con su proyecto, en el que invertirían inicialmente un millón de euros "para echar a andar", cifra que ascendería hasta los cuatro millones en los primeros cinco años de la obtención de la concesión, fecha hasta la que no esperan comenzar a "obtener beneficios".

De Celis ha reconocido que para empezar a reparar ya un primer barco en torno al 15 de junio —cinco días después de la fecha prevista para que el Puerto adjudique la referida concesión— sería necesario "alquilar" una serie de servicios, tales como compresores o generadores de corriente eléctrica, dado que los astilleros, "por la situación que han atravesado", han quedado "desmantelados" y "no tienen ni grúas, ni compresores ni nada de nada", lo cual, no obstante, no le impediría meter ya un barco "aunque sea en precario" esa misma semana.

Para ello, "habría que pedir un permiso" a la Autoridad Portuaria aun obteniendo la concesión, pero el dirigente de Sevilla Shipyard no cree que "si existe la oportunidad de meter un barco el 15 de junio, el Puerto vaya a impedirlo", aunque aún falten trámites burocráticos por cumplimentar.

Y es que el representante de esta empresa, aunque reconoce que "poner el astillero en línea va a costar tiempo y dinero", ha indicado que para el 10 de junio le gustaría "tener cerrado con todos los contratistas de Sevilla lo que tendría que hacer cada uno, para el día 11 dar un pistoletazo de salida".

Previsiones de reparaciones

El proyecto que Sevilla Shipyard quiere desarrollar en los astilleros de la capital hispalense se centraría en las reparaciones de barcos, una actividad "segura" en la que "no se corren riesgos" porque es "duradera", según De Celis, que estima haber reparado "unos 3.000 barcos" a lo largo de los más de 40 años que lleva trabajando en el sector naval, y que ha cifrado en 25 el número de barcos que se podrían reparar al año en el Puerto de Sevilla, el diez por ciento de los que entran anualmente.

Sin embargo, ha subrayado que esa es la cantidad que han plasmado en un primer "planteamiento de mínimos", ya que, al ser el de Sevilla un puerto de "destino", la cifra podría ascender hasta los 60 barcos al año, aproximadamente uno de cada cuatro que entran en la instalación.

Además, ha concretado que el proyecto que plantea la empresa es para explotar 11.000 de los 300.000 metros cuadrados en los que se extiende la superficie total de los astilleros —que incluye un dique seco y un varadero—, de ahí que "ni mucho menos" se podrá contratar a "los 5.000 trabajadores" con los que llegó a contar la instalación, pero sí alrededor de un centenar al día, cifra que podría ascender hasta a 150 de trabajar con buques atracados en el varadero.

Así las cosas, Sevilla Shipyard pretende centrarse en las reparaciones de buques de hasta 150 metros de eslora en el dique seco, tareas en los que emplearía a unos cien trabajadores divididos en tres turnos —mañana, tarde y noche—, si bien aspira también a operar en el varadero con buques de hasta 45 metros y 500 toneladas de peso, lo que les abriría las puertas a otras "posibles líneas de negocio", como yates, pesqueros o embarcaderos.

Para conformar su plantilla, la empresa pretende contratar para cargos directivos y mandos intermedios a personal con experiencia anterior en los astilleros sevillanos y "calidad contrastada", mientras que subcontratarían a otros trabajadores a través de "empresas colaboradoras" del antiguo astillero.

Interés por la industria auxiliar de sevilla

En ese sentido, De Celis ha querido dejar claro que la intención de su compañía es "trabajar con empresas de la zona, a ser posible sevillanas", dado el "alto nivel" de la industria auxiliar naval de Sevilla. De hecho, ha explicado que ya han hablado con "cuatro empresas" de la provincia y tienen intención de repetir lo mismo "con todas las que puedan".

Igualmente, Sevilla Shipyard estima en 700 el número de puestos de trabajo indirectos que podría generar su proyecto, para lo que se basan en un estudio del Colegio de Ingenieros Navales que concluye que "por cada persona que trabaja en un astillero se generan otros siete puestos de trabajo fuera", como suministradores de materiales, por ejemplo, así como en hoteles y restaurantes.

En cuanto a la financiación, De Celis ha subrayado que los accionistas con los que cuenta actualmente la empresa podrían asumir la primera inyección de dinero sin tener que recurrir a ampliaciones de capital —que, no obstante, no han querido descartar—, ni a subvenciones —"prohibidas en el sector naval"—, si bien "tratarán de pedir algún crédito al interés que les den los bancos", los cuales, según ha apostillado, ya les han "garantizado financiación".

Además, ha indicado que la Junta de Andalucía, a través de la Agencia de Innovación y Desarrollo de Andalucía (IDEA), les ha ofrecido "el 33 por ciento" del coste total de la financiación "en las mismas condiciones que un banco".

En ese sentido, De Celis ha agradecido el "apoyo" que, según ha remarcado, ha recibido su empresa por parte de la Junta de Andalucía, la Autoridad Portuaria y el Ayuntamiento de Sevilla "desde el primer momento" en que se conoció su interés por los astilleros sevillanos, pero ha remarcado que su empresa "no depende de nadie para nada" y "no se apoya ni en amistades ni enchufes", sólo "en el trabajo y la calidad".

Eso es lo que, según ha afirmado, genera "temor" entre sus competidores, que "han empezado a criticarlos cuando todavía no han obtenido la concesión y no han empezado a trabajar", según ha destacado, algo que ha achacado a que su empresa "trabaja más que nadie".

Competencia y dragado

Al hilo de ello, ha negado que Sevilla Shipyard vaya a "quitarle" trabajo a los astilleros gaditanos de Cádiz —que trabaja "con barcos mucho más grandes"— o San Fernando —con un mercado "muy particular"—, de forma que sus competidores se sitúan en otros países europeos, como "Francia, Irlanda, Reino Unido, Bélgica, Holanda, Portugal y Alemania".

Por otra parte, De Celis ha asegurado que el posible dragado del río Guadalquivir "no le afecta" a su proyecto porque "los barcos que entran tienen que entrar totalmente descargados", pero sí les vendría "muy bien" la nueva esclusa.

Por último, ha señalado que su empresa comenzó a interesarse por los astilleros sevillanos "hace tres años" y ha lamentado que "se dejase morir" a esa industria, un "error" que atribuye a una decisión "más política que técnica", porque "todos los técnicos hubieran apostado por potenciar los astilleros". "Da una pena terrible ver lo que ha sido el Astillero de Sevilla y lo que es ahora", ha concluido.

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