Tiempo de vacaciones: un paseo por algunos museos originales

  • Si este verano las vacaciones tocan en España, hay museos fuera del recorrido habitual que darán buen alimento a las mentes más curiosas.
  • Pulgas, navajas, calamares gigantes, aromas, la Biblia en un pelo, cuchillos o incluso trufas poseen espacio propio en diversos puntos de la geografía española.
Pulgas jugando, del Museo de Microminiaturas
Pulgas jugando, del Museo de Microminiaturas
Pedro Agüera
Pulgas jugando, del Museo de Microminiaturas

Hace unos años que los viajes a lugares lejanos y playas exóticas dejaron de ser mayoritarios entre los españoles a causa de la crisis. El turismo patrio sigue en clara recesión, lo que obliga a muchos a volver a la casa familiar, destino relegado al olvido como opción vacacional cuando la abundancia era la norma que guiaba el tiempo de ocio y diversión.

Sin embargo, en algunos de esos lugares donde se halla la casa familiar a la que se vuelve por vacaciones, y muchos se sitúan en lugares tan veraniegos como Alicante, existen museos que se salen de los más conocidos y ofrecen una interesante alternativa al paseíto vespertino con helado.

Espacios que resultan, no todos pero sí algunos (como los de microminiaturas y microgigantes, chocolate, bandolero o calamar gigante), perfectos para ir en familia y así hacer un plan distinto.

Otros, en cambio, abordan asuntos más serios y menos aptos para los niños, como el Museo de la Tortura de Santillana del Mar (Cantabria), destino por cierto muy atractivo y solicitado en verano. Es un pueblo pintoresco, y visita casi obligada de cualquiera que vaya a Cantabria. Un museo que puede parecer algo macabro, y que sin embargo tiene su función, por una parte recordar los horrores de nuestro pasado y por otra, conocer parte de nuestra historia. El morbo se queda, o al menos así debería ser, fuera de estas puertas.

Diez originalidades 'atractivas' como una playa

Microminiaturas y Microgigantes. Dos museos, ambos en la alicantina Guadalest, que ofrecen originalidades tales como la Estatua de la Libertad dentro del ojo de una aguja, La Maja Desnuda de Goya pintada en el ala de una mosca, una plaza de toros construida en la cabeza de un alfiler, La Biblia en la sección de un cabello, una pulga paseando en bicicleta por una semilla o una hormiga tocando el violín. (Microminiaturas: Calle Iglesia, 5. Microgigantes: Calle del Sol, 2. Ambos en El Castell de Guadalest)

Museo de los Aromas. Probablemente este burgalés museo sea el único de Europa dedicado al olfato. En él: todo lo relacionado con el universo de los olores, incluso se explica el funcionamiento del aparato respiratorio a través de juegos lúdicos. (Calle Cantarranas,  Santa Cruz de la Salceda)

Museo del Orinal. Puede que no sean tronos, aunque alguna vez lo fueran, pero que los hay propios de museo, realizados en oro y con las 1001 maravillas, queda claro en este museo de Ciudad Rodrigo (Salamanca). Piezas procedentes de los cinco continentes, y un total de 1.300 bacinillas y objetos de aseo íntimo. Una curiosidad: hay uno del tamaño de un garbanzo realizado en platino. (Plaza de Herrasti s/n. Ciudad Rodrigo)

Museo de la Inquisición o de la Tortura 'El Solar'. No olvidar, insistir en ello, tender a no repetir. Para eso sirven museos como éste (Santillana de Mar, Cantabria), en el que se exhibe la barbarie medieval a través de una recopilación de aparatos de tortura. Para compensar, una visita por el hermoso pueblo en el que se ubica. No es el único que existe en España (Córdoba o Sevilla también cuentan con uno), pero sí es el museo de la Tortura de Santillana uno de los más llamativos. ( Calle Escultor Jesús Otero, s/n. Santillana del Mar)

Museo del Calamar Gigante. No es una broma, es una realidad y ¿por qué no?, con enjundia para sorprender. En la asturiana Luarca se encuentra este museo dedicado al calamar gigante (kraken en la literatura nórdica) y que durante mucho tiempo se ha creído que era un animal mitológico. Los ejemplares de este lugar prueban que de mito, nada de nada. (Paseo del Muelle, 25. Luarca)

Museo de la Trufa. En Navarra se sitúa este pionero museo inaugurado en 2007. La meta: dar a conocer la misteriosa trufa negra, su historia y la cultura que se ha desarrollado a su alrededor. (Carretera de Ganuza 1. Metauten)

Museo del Chocolate. No solamente conoce el visitante el origen, su historia, sus propiedades, sino que disfruta en este espectacular museo del Chocolate de artísticas representaciones chocolateras, como La Piedad de Miguel Ángel hecha de cacao. (Carrer Comerç, 36. Barcelona)

Museo del Bandolero. Sin pretender rendir tributo a la figura del bandolero, deja claro el museo del Bandolero de Ronda (Málaga), sí lleva al visitante a conocer la historia de unos siglos que habían quedado en el olvido a través de los orígenes del bandolerismo, los paisajes de la Andalucía del siglo XVIII, rutas sobre el contrabando y viajeros románticos. (c/Armiñan, 65. Ronda)

Museo de la Cuchillería.  Ubicado en La Casa del Hortelano (Albacete), el museo de la Cuchillería cuenta con piezas arqueológicas de la Edad del Hierro, época romana y visigoda, permite al visitante realizar un recorrido histórico por la cuchillería, y una colección de 500 piezas de los siglos XVII, XVIII y XIX. (Plaza de la Catedral s/n. Albacete)

Museo Relojes Antiguos. En 1952, Alexandre Grassy abrió su tienda de Gran Vía nº 1, pero ya en 1925 había creado la Unión Relojera Suiza, lo que explica su pasión por el coleccionismo de relojes . La colección es hoy un museo privado, al que se puede acudir pidiendo cita. De entre todos, los que más destacan son los relojes franceses del XVIII. (c/ Gran Vía, 1. Madrid)

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