La defensa de la neonazi alemana Beate Zschäpe, a la que se juzga en Munich por terrorismo y asesinato múltiple, pidió este martes una nueva interrupción del juicio, alegando esta vez falta de espacio.

La mujer, de 38 años y superviviente del grupo Clandestinidad Nacionalsocialista (NSU), está acusada de pertenencia a un grupo terrorista y asesinato múltiple, por las muertes de ocho inmigrantes turcos, uno griego y una agente policial, entre 2000 y 2007.

Los tres abogados de oficio que constituyen la defensa argumentaron que la capacidad de la sala donde se celebra el proceso, abierto el lunes de la semana pasada en la Audiencia Territorial de la ciudad alemana, es insuficiente, dado el gran interés mediático en el caso, y solicitaron el traslado a otra sala mayor.

El juicio quedó suspendido el día de su apertura porque la defensa presentó varias demandas alegando parcialidad del juez, pero estas fueron rechazadas el viernes. Los otros dos miembros de la célula, Uwe Böhnhard y Uwe Mundlos, se suicidaron en noviembre de 2011, acosados por la policía tras atracar un banco.

La muerte de los compañeros de la procesada sacó a relucir la existencia del grupo y sus asesinatos, ya que durante años las muertes de ocho inmigrantes turcos y un griego se atribuyeron a ajustes de cuentas entre extranjeros.

Zschäpe se entregó cuatro días después del suicidio de sus compañeros y hasta ahora no se ha pronunciado acerca de los cargos que se le imputan. Para el juicio se han previsto 80 vistas, hasta enero de 2014, aunque se cuenta con que se extienda más. El pliego de la acusación contiene 488 páginas, y se ha convocado a 606 testigos.

La comisión del Parlamento alemán que investiga a la NSU atribuyó el lunes a un "fracaso policial sin precedentes" el hecho de que sus miembros se movieran en la impunidad durante 13 años, pese a que cometieron diez asesinatos y perpetraron varios atentados con bomba.

No hay indicios fundamentados que sustenten que la policía encubrió o protegió al grupo, pero sí de una cadena de errores por parte de las fuerzas de seguridad frente a la ultraderecha, añadió Edathy, al presentar el informe parcial de sus investigaciones.