Alfredo Landa se va con la máxima discreción y el respeto ganado a pulso

El féretro con los restos mortales de Alfredo Landa, fallecido ayer en Madrid a los 80 años, llegan al cementerio de Santa Ana, en Colmenar Viejo (Madrid).
El féretro con los restos mortales de Alfredo Landa, fallecido ayer en Madrid a los 80 años, llegan al cementerio de Santa Ana, en Colmenar Viejo (Madrid).
EFE
El féretro con los restos mortales de Alfredo Landa, fallecido ayer en Madrid a los 80 años, llegan al cementerio de Santa Ana, en Colmenar Viejo (Madrid).

Los restos mortales de Alfredo Landa, fallecido el jueves en Madrid a los 80 años tras una larga enfermedad que tanto él como su familia mantuvieron en la más estricta intimidad, han sido incinerados después de un pequeño responso, ante la discreción de sus allegados y el respeto de cientos de periodistas.

Alfredo, un hombre quebrado por el llanto asombrosamente parecido a su padre, pero más alto, recibía abrazos que en muchos casos se demoraban minutos, mientras sus hermanas, Idoia y Ainoa, aguantaban a su madre, Maite, de tanto en tanto, tomándola de la mano.

Y con ellos, el director de cine José Luis Garci, que dirigió al actor en siete películas y que no se separó esta mañana de los hijos de Landa, acompañándoles hasta el momento de despedir el féretro, con los restos mortales camino de la incineradora en el cementerio de Santa Ana de la localidad madrileña de Colmenar Viejo, un lugar muy tranquilo rodeado de campo.

Una despedida estrictamente íntima con breve ceremonia religiosa, frente a la selva de cámaras y micrófonos que, respetuosamente, se mantenían al margen al otro lado de la verja del cementerio.

Pocos o ningún dato podían intercambiar los periodistas, ante el mutismo general, sobre la enfermedad de Alfredo, de sus últimos días en la residencia (sólo unas flores lo atestiguaban) ni de sus datos familiares más íntimos. Ni siquiera si aquellos dos adolescentes que de cuando en cuando se separaban del resto, eran sus nietos.

Mensajes en las decenas de ramos y coronas de flores que despedían al actor; algunas, como la llegada desde Arróniz (Navarra), recordándole para siempre como "hijo predilecto"; la de Julio Iglesias, rosas rojas formando una cruz, enviando su cariño "para siempre"; o las espectaculares coronas de Navarra, de la Comunidad de Madrid o de la Academia del Cine. También el fiscal general del Estado, Eduardo Torres-Dulce, ha acudido a este cementerio para saludar a la familia del fallecido, del que era amigo.

Landa "era un hito que ha sabido interpretar personajes extraordinariamente humanos, encarnando todo tipo de papeles", ha señalado el fiscal general a los medios de comunicación.

El empresario y productor de cine Enrique Cerezo o los actores Manuel Zarzo, José Carabias y Jesús Guzmán, el cartero Braulio de Crónicas de un pueblo, han sido algunos de los que han acercado a primera hora al cementerio.

Guzmán, visiblemente emocionado, ha recordado a Alfredo Landa como un amigo y compañero. "Es un fenómeno", ha dicho.

Al cementerio de Santa Ana, situado en medio del campo, han ido llegando una gran cantidad de coronas de flores, una de ellas con una enorme banda de la Academia del Cine.

Alfredo Landa, intérprete de un centenar de películas y creador de un género que llevaba su nombre, el landismo, llevaba retirado de la vida pública desde 2008.

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