El legendario actor Alfredo Landa ha fallecido a los 80 años, según ha confirmado este jueves la Academia Española de Cine.

Landa, nacido en Pamplona en 1933 e hijo de un comandante de la Guardia Civil, estudió Derecho en San Sebastián, aunque pronto se sintió atraído por la interpretación.

Comenzó a trabajar en el teatro a principios de los años 60, pero son sus trabajos en el cine, que superan los 120, los que le dieron la popularidad. "Me fui del teatro porque me cazó el cine",  explicó en una ocasión.

Su primer gran éxito fue Atraco a las tres, dirigida por José María Forqué en 1962. A partir de entonces se convertiría en uno de los rostros imprescindibles y más queridos del cine español.

Landa fue relacionado con frecuencia con un personaje de macho español fanfarrón, simple y reprimido, si bien con buen corazón, que, supuestamente, constituía una caricatura del ciudadano medio de la España de los últimos años del franquismo y la Transición.

Películas en clave de comedia como No desearás al vecino del quinto,  No desearás a la mujer del vecino, Vente a Alemania, Pepe o París bien vale una moza, tachadas de 'españoladas', ayudaron a establecer este 'modelo' que incluso ha inspirado posteriormente un término: landismo.

Sin embargo, su nombre también está relacionado a los créditos de producciones tan respetadas por la crítica como Los santos inocentes (filme que le valió un premio al mejor intérprete en Cannes), El crack o El bosque animado (Premio Goya).

Entre otros galardones el navarro obtuvo otro Goya por su interpretación en La marrana, y el Goya Honor en febrero de 2008, que recibió en una gala en la que se le trabucaron, con emoción, las palabras: "Fue como si quisiera decirlo todo a la vez y se me atascaran en la garganta", explicó después.

Landa también gozó de la popularidad en la pequeña pantalla gracias a las series El Quijote, Tristeza de amor y Lleno, por favor.