Cien personas fueron detenidas y unas cincuenta resultaron heridas, entre ellas 43 carabineros, durante las manifestaciones que se llevaron a cabo en las últimas horas en Chile para "celebrar" la muerte de Augusto Pinochet.
Así lo informó hoy el subsecretario chileno del Interior, Felipe Harboe, quien respaldó la actuación de la Policía y anunció que se han tomado medidas para prevenir nuevos actos violentos durante el velatorio del ex gobernante y en su funeral, previsto para mañana.
Harboe, que hizo un llamamiento a la tranquilidad, precisó que 53 personas fueron detenidas en Santiago y otras 47 a diversas regiones del país.
Dos de los carabineros heridos, explicó, se encuentran graves, sin que su vida corra peligro.
En diversos sectores de Santiago hubo:
- Saqueos de locales comerciales.
- Varios vehículos fueron incendiados.
- Se produjeron otros daños a la propiedad pública y privada, según los datos oficiales.
Manifestaciones espontáneas
La muerte de Pinochet originó espontáneas manifestaciones de alegría entre sus detractores, que salieron a las calles a festejarlo, aunque en algunos casos la situación derivó en actos de violencia, que por la noche se extendieron a las zonas periféricas de la capital chilena.
Los disturbios más graves se produjeron en el municipio de Peñalolén, al oriente de Santiago, donde siete carabineros fueron alcanzados por perdigones disparados con escopetas artesanales.
Una turba trató de saquear un supermercado del sector, lo que fue evitado por la Policía.
Miles de personas están acudiendo a dar el último adiós al ex dictador.
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