La Audiencia Nacional, en un auto emitido hoy, ha decidido finalmente no extraditar a la Justicia Suiza a Hervé Daniel Marcel Falciani, el informático monegasco de 41 años que se hizo con miles y miles de datos de evasores fiscales del banco en el que trabajaba, el HSBC.

Suiza lo acusaba de haber robado esos datos desde el 23 de diciembre de 2009 y le imputó los delitos de violación del secreto comercial, espionaje económico, violación del secreto bancario y apropiación de datos relativos a clientes. Pidió su extradición a España el 4 de julio de 2012, tres días después de que Falciani fuera detenido en el puerto de Barcelona. En Suiza le podían condenar a siete años de prisión. La Audiencia ha hecho finalmente lo que se esperaba, ya que hasta la Fiscalía española se oponía a extraditarlo.

La resolución de la Sección Penal Segunda es firme, por lo que el extrabajador del HSBC queda definitivamente en libertad sin ninguna medida cautelar. La Audiencia argumenta que la información que facilitó Falciani "se refiere a actividades sospechosas de ilegalidad, incluso constitutivas de infracciones penales, que de ninguna manera son susceptibles de legítima protección". Es decir, que la intimidad de los clientes o el secreto comercial de un banco no puede servir para encubrir conductas ilícitas.

La Audiencia también advierte de que Suiza está protegiendo un interés jurídico propio frente al de otros Estados, y reprocha que su actuación en este caso revista carácter político. Cuando Falciani se hizo con los datos, había más que fundadas sospechas e incluso evidencias de que existían en el HSBC políticas de empresa que suponían conductas gravemente irregulares y que, gracias a la colaboración del informático, se revelaron.

El auto será firme si en los próximos tres días hábiles no se presenta recurso, lo que parece improbable, ya que solo lo podrían presentar la defensa o la fiscalía. A partir de ahora, Falciani goza de libertad de movimiento para salir de España. Él ya ha declarado su intención de volver a Francia para ver a su mujer y a su hija, y estudia seriamente colaborar estrechamente con la Justicia de EE UU.

La Audiencia critica duramente al HSBC, al que acusa de "prácticas no solo reprobables sino directamente sancionables en el ámbito administrativo en incluso en el penal" tanto en el derecho español como en de otros Estados. La Audiencia cree que la entidad financiera actuó con "permisividad" e incluso "complacencia de facto" con actividades delictivas de defraudación tributaria, blanqueo de capitales, e incluso de financiación del terrorismo.