Los dos hermanos procesados por su presunta implicación en una pelea ocurrida hace 11 años en un club de alterne de El Verger (Alicante), cuyo propietario falleció al recibir un disparo, han culpado a otro de los participantes en la reyerta, ya fallecido, como único responsable de los disparos.

En la primera vista del juicio con jurado que desde este lunes al jueves se celebra en la Audiencia de Alicante, el principal encausado ha explicado que los hechos se produjeron en la madrugada del 22 de abril de 2002, cuando se encontraba en un club de alterne y mantuvo una discusión con tres hombres de nacionalidad polaca, uno de los cuales le propinó un puñetazo.

Este acusado —para el que la fiscal pide una pena de 18 años como presunto autor material de los disparos—, se fue del local y acudió a la vivienda de su hermano en Gandia (Valencia) cubierto de sangre por las lesiones sufridas en la cabeza.

Una vez allí, formó un grupo de unas seis personas, entre ellos este hermano —también procesado—, un sobrino y un vecino, ya fallecido, que también estaba encausado por estos hechos y todos ellos fueron al local "animados" por este vecino, al que los dos hermanos han señalado como el portador del arma de fuego y autor de los disparos, que una vez iniciada la pelea, acabaron con la vida del dueño del local.

El principal procesado, quien ha repetido en varias ocasiones que iba completamente bebido y drogado, ha asegurado durante el juicio que volvió al local "sin ánimo de venganza", y que antes de entrar al local vio que este vecino portaba un arma de fuego y se la quitó "para que no hiciera daño a nadie". Una vez dentro, ha admitido que encañonó con este arma al individuo que le había golpeado en la cabeza, si bien, ha asegurado, no disparó porque "no quería hacerlo".

A continuación, según ha coincidido con su hermano, "todos empezaron a golpes" y se produjo "un gran jaleo" en el local, que se prolongó hasta que oyeron varios disparos y vieron al dueño herido y al vecino "con el arma en la mano".

En este punto, también han coincidido en señalar que su participación en la pelea se limitó a "cuatro empujones", si bien han apuntado que otros miembros de su grupo sí pudieron emplear las porras y barras de hierro incautadas en el lugar de los hechos, con las que los tres ciudadanos polacos fueron agredidos durante la reyerta.

Los participantes en la pelea huyeron del lugar de los hechos y fueron detenidos por la Guardia Civil 15 días después. El principal imputado ingresó en prisión provisional, y tras pasar tres años, quedó en libertad provisional a la espera del juicio.

Los dos hermanos pidieron declarar voluntariamente al conocer la muerte del vecino que tomó parte en la pelea, también imputado, y le atribuyeron la autoría material del disparo y la tenencia ilícita del arma. En este sentido, ambos han explicado que no declararon inicialmente contra él porque este procesado "había amenazado de muerte a sus familias" para que no le inculparan.

18

Años por asesinato

El ministerio público pide para el principal procesado una pena de 18 años de prisión como presunto autor de un delito de asesinato, ya que considera que fue él quien portó y utilizó el arma de fuego.

En su escrito de acusación provisional, la fiscal pide de manera alternativa una pena de 14 años para este procesado, en caso de que los hechos sean considerados constitutivos de un delito de homicidio con el agravante de superioridad.

Además, solicita para cada uno de los dos hermanos una pena de dos años y medio por dos delitos de lesiones y para el acusado de la muerte una indemnización de 180.000 euros para la familia del fallecido, así como una multa de unos 500 euros por una falta de lesiones.

En concepto de indemnización a los tres ciudadanos polacos, que sufrieron diversas lesiones que requirieron un máximo de 20 días para su curación, también pide a los hermanos el pago de alrededor de 12.000 euros.