- En Madrid y Barcelona los chilenos también salieron a la calle para celebrar su muerte.

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Rosario de procesos judiciales

El calvario judicial de Pinochet comenzó en enero de 1998, con una querella por genocidio interpuesta por la dirigente comunista chilena Gladys Marín. En octubre del mismo año viaja a Londres para someterse a una operación. Allí es detenido por orden del juez Garzón. A partir de ese momento se produce un rosario de procesamientos que lo llevan a perder la condición de aforado en 14 ocasiones. En 2002 comienza la investigación sobre su patrimonio. El banco estadounidense Rings reconoce haber ocultado 10 millones de dólares del ex dictador, y el Gobierno chileno anuncia que un banco de Hong Kong le guarda 9.000 kilos de oro. Pese a todo, su salud le evitó pisar la cárcel.

Un régimen de secuestros, torturas y asesinatos

‘Caravana de la muerte’: El general Pinochet accedió al poder en 1973 tras un golpe militar contra el presidente electo, Salvador Allende, quien se suicidó durante el asalto al Palacio de la Moneda. En octubre de ese año, una comitiva militar recorrió varias provincias con la misión de ejecutar a 75 presos políticos. En 2001 fue exonerado tras alegar «demencia vascular irreversible».

Asesinato de Carlos Prats: Una bomba mató en 1974, en Buenos Aires, al comandante en jefe del Ejército chileno durante el Gobierno del Allende, y a su mujer. Pinochet quedó exonerado en este caso en 2005 por razones de salud.

‘Operación cóndor’: Sistema coordinado de las dictaduras de Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Uruguay y Bolivia para perseguir y asesinar a sus opositores. En 2005 se sobreseyó esta causa.

‘Operación colombo’: En ella se encubrió la desaparición de 119 disidentes. En julio de 2005 fue desaforado por quinta vez en relación a este caso.

Villa Grimaldi: La cárcel clandestina de la DINA, la policía secreta, fue escenario de torturas. Pinochet se enfrentó a una lluvia de querellas de supervivientes y familiares de víctimas.

Las reacciones

PSOE: El portavoz Diego López Garrido tachó de «lamentable» que el dictador no fuera juzgado.

PP: Ha desaparecido un hombre que causó «mucho dolor», dijo Jorge Moragas.   Gaspar Llamazares (IU) lamentó la muerte «en impunidad».

Isabel Allende: «Tienen que continuar los juicios, hay mucho que hacer en Chile», explicó la hija de Salvador Allende.

M. Thatcher: Declaró estar «profundamente entristecida».

Mario Benedetti: «La muerte ganó a la justicia», dijo el autor uruguayo.

Amnistía Internacional: «Debe ser una llamada a  una justicia rápida».