La ministra de Integración del nuevo gobierno italiano, Cecile Kyenge, de origen congoleño y médico de profesión, ha sido objeto de ataques racistas en varias páginas webs de extrema derecha.

"Italia no es un país racista, tiene una cultura del recibimiento bien arraigada, pero hay un desconocimiento del otro, no se comprende que la diversidad es un recurso", dijo Kyenge, afirmando "haber aprendido muchas cosas" de los ataques, según informan desde la agencia Ansa. La ministra de Igualdad de Oportunidades, Josefa Idem, anunció el miércoles pasado que se abriría una investigación por los insultos recibidos por Kyenge, que se ha convertido en la primera ministra negra de la historia de Italia.

Un dirigente del partido separatista Liga Norte, Mario Borghezio, acusó a Enrico Letta, el nuevo primer ministro italiano, de ser un incompetente por haber nombrado a Kyenge, e incluso llegó a hablar de un "gobierno bonga bonga" (lenguaje despreciativo que hace referencia a África). Otra figura relacionada con el mismo partido, el ex senador Erminio Boso, dijo que Kyenge "debe quedarse en su casa, en el Congo". "Soy racista, nunca lo negué", explicó, según Ansa.

Tanto Letta como el resto de ministros expresaron su solidaridad con Kyenge, en una nota donde afirmaban estar "orgullosos de tenerla en el gobierno como ministra de Integración". El comisario para los Derechos Humanos del Consejo de Europa, Nils Muiznieks, también condenó los ataques diciendo que "el discurso racista en Italia es un problema que perdura desde hace tiempo".

La presidenta de la Cámara, Laura Boldrini, también ha sido objeto de ataques contra su imagen en la web, donde se han colgado varios fotomontajes sobre ella. La Fiscalía de Roma abrió una investigación por "amenazas, difamación y violación de la privacidad".

"Cuando una mujer ocupa cargos públicos se desencadena en su contra la agresión sexista", afirmó Boldrini. Además, aseguró que ya está pensando en una ley para la web porque duda "si es justo que una amenaza de muerte en forma directa o con una inscripción en la pared se considere de modo distinto a la misma amenaza vía web".