El PSC ya tiene preparada la propuesta de reforma federal de la Constitución, que prevé la convocatoria de referéndums o consultas "de carácter territorializado", y que pondrá sobre la mesa  para regular el sistema de financiación teniendo en cuenta las "singularidades" de las comunidades autónomas en aras de la transparencia y la lealtad institucional, modificar el Senado, para convertirlo en un "Consejo Federal", y dar "un nuevo carácter" a los estatutos, para que sean considerados una "Constitución de la Comunidad Autónoma".

El documento de los socialistas catalanes, Por una reforma constitucional federal, que cuenta con 41 páginas y ha sido elaborado por la Fundación Rafael Campalans, bajo la coordinación de Miquel Iceta, con la participación, entre otros, de Carme Chacón, Jaume Collboni  o Meritxell Batet, representa, según fuentes del partido, el "punto de partida" desde el que se afrontará, tanto a nivel interno de partido como externo, el debate territorial.

En su propuesta, el PSC aboga por que las comunidades políticas, culturales, históricas o geográficas "con un amplio sentido de formar parte de una nación histórica y cultural propia, que los constituyentes denominaron nacionalidades", cuenten con un tratamiento diferenciado. Además, apuesta por asimilar los conceptos de nación y nacionalidad como equivalentes y defiende que "en la perspectiva de la reforma constitucional se puede considerar el reconocimiento de Cataluña y el País Vasco como naciones, con un específico tratamiento simbólico, institucional y competencial".

En este sentido, y respecto a las aspiraciones catalanas de decidir el futuro de Cataluña mediante un referéndum pactado con el Estado y la Constitución, el texto contempla que esta última aclare "las competencias autonómicas" en esta materia, aunque, no obstante, sostiene que debe "asumir claramente la posibilidad de consultas de carácter territorializado", ya que el actual artículo 92 de la Constitución no las prohíbe, aunque tampoco las prevea de forma explícita.

El PSC considera que "el  federalismo está especialmente indicado para vertebrar Estados que contienen distintas naciones y por eso resulta adecuado para España". Por ello, reclaman que se delimite con mayor precisión el reparto de competencias entre el Estado y las administraciones territoriales, para lo que es necesario una "nueva distribución" que "derive de la misma Constitución, suprimiendo cláusulas de prevalencia o supletoriedad que eran fuentes de confusión".

Asimismo, los socialistas catalanes rechazan "quedar impasibles" ante la brecha "cada vez más grande entre catalanes y el resto de españoles", tras la sentencia del Tribunal Constitucional que "alteró" el Estatut, por lo que propone una reforma federal de la Constitución que "culmine la lógica evolución del Estado de las Autonomías" y con la que se sienten "las bases del sistema de financiación y la garantía de un comportamiento transparente y leal de todas las instancias".

En la línea de la financiación, el PSC pide "constitucionalizar" el principio de "ordinalidad", para evitar que las "Comunidades más dinámicas —como Cataluña— pierdan incentivos a seguir creciendo y aportando al conjunto", y el "solidaridad y suficiencia", para lograr la "nivelación de servicios". Además, quieren una actuación compartida entre Estado y autonomías en cuanto a la gestión y la recaudación de los impuestos.

En cuanto a la reforma del Senado, una propuesta que no es nueva, el PSC ha sugerido la creación de un "Consejo Federal" formado por representantes de los gobiernos autonómicos. Serían un mínimo de tres por cada comunidad, más uno para cada millón de habitantes, cuya labor consistiría en aprobar las leyes básicas del Estado, junto con el Congreso de los Diputados, y dirigir las relaciones entre las autonomías, el Estado y la Unión Europea.

Respecto a la idea de los Estatutos, el documento pretende que tengan el valor de una "Constitución de la Comunidad Autónoma".