El TS confirma los 20 años de cárcel para el descuartizador de su madre en Segur de Calafell

Su novia trató de comprar productos para limpiar los restos con la tarjeta de la víctima
Fachada del Tribunal Supremo
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EUROPA PRESS
Fachada del Tribunal Supremo

La Sala de lo Penal del Tribunal Supremo (TS) ha confirmado la pena de 20 años de cárcel para Víctor A. por matar y descuartizar a su madre en su domicilio familiar de Segur de Calafell (Tarragona) en agosto de 2006, con la colaboración de su novia, condenada a 11 años.

Así lo ha hecho al rechazar el recurso de casación interpuesto por la defensa del joven, que ya había apelado anteriormente la sentencia de la Audiencia de Tarragona a la Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), que también lo rechazó, como recuerda el auto del Supremo.

En la tarde del 30 de agosto, cuando llegó a su casa la víctima, Carolina O., de 46 años, comenzó una discusión en la cocina con su hijo, a las que después se unió su novia.

Después de empujar a su madre y agredirla varias veces con un destornillador, comenzó a clavarle un cuchillo que le facilitó la novia, a pesar de lo que la mujer consiguió levantarse y escapar al cuarto de baño, donde estuvo un rato sentada contra la bañera, se fumó un cigarrillo que se hijo le había dado mientras trataba de disuadirlo de que no la matara.

La madre consiguió salir del baño y escapar hacia su habitación, donde cayó "como consecuencia de las agresiones" y empezó a temblar y a tener convulsiones.

Los dos se repartieron el trabajo: "Mientras Gemma O. le sujetaba la cabeza, Víctor A. procedió a cortarle el cuello con el cuchillo", según recogió la sentencia de la Audiencia.

Después decidieron descuartizar, quemar y tirar en un contenedor el cuerpo de la madre, repartiéndose las tareas para hacerlo; al día siguiente, la pareja descuartizó el cuerpo con una sierra radial, lo quemó en la chimenea de la vivienda y, una vez los trozos de cuerpo se enfriaron, los escondieron en bolsas de basura.

Metieron las bolsas en el maletero del coche de la víctima con el que subieron a la parte alta de la montaña de Cunit, donde lanzaron las bolsas con los restos del cuerpo en un contenedor, dejaron el vehículo en un descampado cerca de la estación, y volvieron en tren a Segur.

Los días siguientes estuvieron limpiando el piso y pintando la habitación de Carolina O. con productos que la acusada había intentado comprar con la tarjeta de la víctima, aunque la dependienta del supermercado se lo impidió, tras lo que se vio obligada a hacerlo en efectivo; el 6 de septiembre, los dos acusados fueron juntos a denunciar la desaparición de la madre.

Problemas con drogas

La sentencia también confirmó que el hijo era consumidor habitual de alcohol, cannabis, cocaína, drogas de diseño y psicofármacos, mientras que su novia había vivido en un centro de menores y con una familia de acogida, hasta que al cumplir 18 comenzó su relación con Víctor A.

La Audiencia también prohibió al joven acercarse a menos de 500 metros a cuatro de sus familiares durante 25 años, y a su pareja, Gemma O., de 19 años en el momento de los hechos, la responsabilizó además de un delito de estafa por el que deberá pagar 240 euros.

La condena al hijo se acercó así a los 20 años y cinco meses que reclamaba la Fiscalía, que pedía la misma pena para su pareja por el asesinato, pero el fallo los absuelve del delito de profanación del cadáver; además, condenó a Víctor A. a indemnizar a su hermana con 60.000 euros por daños morales, y depositar en la herencia de su madre 396 euros.

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