Las esperas para someterse a pruebas para diagnosticar enfermedades cada vez son más largas. Según calculan las entidades y sindicatos del sector pueden llegar a ser de al menos un año. Las intervenciones quirúrgicas sufren también las mayores demoras en Catalunya. En los últimos dos años se han operado a casi 8.300 personas menos. A la saturación que ya sufría el sistema hay que añadir ahora  los recortes que se han aplicado en el sector.

Las pruebas diagnósticas no urgentes se llevan la peor parte de la tijera. Según alertan tanto el sindicato Metges de Catalunya como la Coordinadora d’Usuaris de la Sanitat Pública, es el área que ve incrementar más su lista de espera, junto con las intervenciones que no están garantizadas. Las demoras pueden superar los 12 meses.

Metges de Catalunya pone como ejemplo el caso de una mujer que debía someterse a una ecografía (no por embarazo) y que fue citada para marzo de 2014. La presidenta de la Coordinadora, Carme Sabater, lamenta que estas demoras son «inadmisibles», dado que en este lapso de tiempo se puede agravar la situación del paciente y, por lo tanto, los cuidados llegarían tarde.

La Generalitat fijó 14 operaciones intocables, que deben llevarse a cabo con carácter urgente, pero el resto pueden llegar a sobrepasar el año para ser programadas.

Así, el sindicato de facultativos cifra en 8.294 las intervenciones quirúrgicas que se dejaron de llevar a cabo desde 2010 y hasta 2012.

El conseller de Salut, Boi Ruiz, dio a conocer recientemente que las listas de espera para ser intervenido se habían logrado reducir en un 12% con fecha 31 de diciembre de 2012, respecto al cierre del año anterior. Pero el sindicato Metges de Catalunya argumenta que esta no es una cifra fiable, ya que se debería calcular a partir de la media de operaciones llevadas a cabo durante todo el año.

El pasado 26 de marzo, Ferran Pérez, de 69 años, recibió una carta del Hospital Vall d’Hebron en que le citaban para una pequeña intervención. Lo convocaban para el día 8 de octubre de... ¡2014! «Si vivo y tengo salud, no faltaré», denunció en varios medios de comunicación. La respuesta del hospital no se hizo esperar: le han reprogramado la intervención para este 22 de mayo. «Son 17 meses menos», puntualiza.