Méndez censura la actitud "resignada e impotente" del Gobierno al asumir que el paro no bajará del 25% esta Legislatura

Reclama un gran acuerdo político y social para proteger el empleo y las pequeñas y medianas empresas
El secretario general de UGT canta La Internacional en el el Congreso de CyL
El secretario general de UGT canta La Internacional en el el Congreso de CyL
EUROPA PRESS
El secretario general de UGT canta La Internacional en el el Congreso de CyL

El secretario general del sindicato UGT, Cándido Méndez, ha reprochado este domingo la actitud que mostraron los representantes del Gobierno de Mariano Rajoy en la rueda de prensa del Consejo de Ministros del pasado viernes al asumir "de manera resignada e impotente" que la tasa de desempleo no bajará del 26 por ciento hasta el final de la Legislatura.

Méndez ha intervenido en el acto de clausura del VI Congreso de UGT Castilla y León, celebrado en Valladolid y en el que Agustín Prieto ha sido reelegido nuevamente como secretario general.

En declaraciones recogidas por Europa Press ha criticado las explicaciones aportadas por los ministros Sáenz de Santamaría, De Guindos y Montoro el pasado viernes, quienes en su opinión ofrecieron una rueda de prensa para "decir de manera resignada e impotente" que el paro seguirá creciendo y que no bajará del 25 por ciento hasta más allá del final de la Legislatura, en 2015.

En este sentido, ha calculado que si se mantiene ese ritmo de evolución del desempleo, se necesitarían "otros 24 años" para alcanzar una tasa del 15 por ciento, que también ha considerado "inadmisible". Por ello, ha aseverado que "no se puede seguir por este sendero por la obsesión permanente por la reducción del déficit público".

Cándido Méndez ha rechazado que, como considera que defienden los dirigentes del PP "no hay alternativas", porque "sí que las hay" y, a su juicio, pasan por "invertir las prioridades". De este modo, ha apostado por situar en primer lugar la creación de empleo, lo que implicaría que España "empezaría a salir del hoyo", se avanzaría en la recuperación económica a través del consumo interno y "se podría resolver de manera paulatina las cifras del déficit".

En otras palabras, ha insistido en que tanto en España como en Europa se debe cambiar "de manera radical la 'triple A' de austeridad, austeridad y austeridad" por los objetivos de solidaridad, estímulos a la creación de empleo", una austeridad "con plazos más generosos y más realistas" y crecimiento económico.

Así, ha insistido en plantear un gran acuerdo político y social para "proteger el empleo y las pequeñas y medianas empresas" y, a medio plazo para impulsar un cambio de modelo productivo buscando alternativas distintas a la construcción de vivienda, y a la "escabechina" de las cajas de ahorro.

En este ámbito ha animado a los sindicalistas a defender a los trabajadores que se pueden quedar sin convenio colectivo como consecuencia del decaimiento de las cláusulas de 'ultraactividad', que pueden dejar a 4 millones de trabajadores "abocados más pronto que tarde a cobrar el salario mínimo interprofesional".

Pide explicaciones y "no excusas de mal pagador"

De lo contrario, continuar con la apuesta por la reducción del déficit supondrá "ahondar en la destrucción de empleo". Asimismo, ha recalcado la necesidad de que el Gobierno dé explicaciones "y no excusas de mal pagador" sobre aspectos como las declaraciones de Mariano Rajoy durante la campaña electoral de 2011 en las que aseguraba que cuando gobernara descendería el paro, que ahora "no cesa de aumentar".

En términos europeos, Méndez ha criticado la "doble vara de medir" y ha calificado de "bombero pirómano" al comisario de Asuntos Económicos y Monetarios de la UE, Olli Rehn, quien según su opinión "por un lado dice que la cifra del paro de España es inaceptable y por otro advierte de que no se le ocurra al Gobierno salir ni un ápice de la senda de los recortes".

También ha recordado el "zarandeo" que ha padecido Chipre, un Estado al que, como ha apuntado, se calificó de paraíso fiscal y se aseguró que presentaba "la mayor opacidad de Europa". Sin embargo, ha esgrimido unas estadísticas del partido socialdemócrata alemán SPD para señalar que seis países europeos presentan más opacidad que Chipre, incluida Alemania, con un volumen de fraude de "150.000 millones de euros".

Por este motivo, ha reclamado que el país germano no puede ser "el modelo para luchar contra la recesión", a lo que ha sumado que el 20 por ciento de su población se encuentra ya "por debajo del umbral de la pobreza" y la creación de los denominados 'mini jobs'. Este formato de empleo "sin derechos", ha considerado, no se debe importar en España pues ha advertido de que supondría que los jóvenes "que actualmente son los que pierden" también perderán cuando lleguen a adultos, ya que "no podrán acceder a una pensión pública".

"la edad de plomo" de europa

En este sentido, Cándido Méndez ha reflexionado que tras las primeras décadas de la Unión Europea, que se denominan "la edad de Oro", en la actualidad Europa se encuentra "en la edad de Plomo", pues se pretende que el "modelo de patrimonio social quede arrumbado" e implantar el "modelo asocial" de Estados Unidos, con su elevado porcentaje de pobres, o incluso el "neoesclavismo asiático".

Dentro de esta historia europea ha recordado de forma negativa la figura de la ex primera ministra británica fallecida este mes, Margaret Thatcher, de quien la prensa ha destacado, según Méndez, que "acabó con el sindicalismo" en las islas. Sin embargo, ha defendido que realmente "acabó con los transportes y la Sanidad pública", lo que le ha llevado a introducir su premisa de que los sindicatos son "el objetivo secundario", mientras que el principal son "los derechos de los trabajadores y las personas".

A este respecto ha lamentado que los sindicatos son "uno de los objetivos predilectos" de las críticas de la opinión pública por la situación de crisis económica, ante lo que ha querido insistir en que los partidos políticos "sí que tienen cabezas de cartel". Sin embargo, ha defendido que un sindicato como UGT puede tener un "mascarón de proa", como se ha calificado a sí mismo, pero siempre "los más importantes son los tripulantes, que además saben hacia dónde van".

De regreso a asuntos domésticos, se ha referido a la "pulsión enfermiza por el pasado" que se percibe en ocasiones en España y que se representa en las políticas del ministro de Educación, José Ignacio Wert, con su "contrarreforma educativa" que permite, a su juicio, a la jerarquía eclesiástica pensar que "forma parte de los atributos divinos que gobiernan la educación".

Asimismo, ha citado el debate "tremendo" en Madrid ante la privatización de seis hospitales públicos. Sin embargo, ha repetido que de esta manera se gestionará "peor" la Sanidad y además "será más cara".

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