La diputada y portavoz del PRC en materia de política social, Rosa Valdés, ha denunciado la "insensibilidad" del Gobierno ante el "incremento alarmante" de los índices de pobreza que sufre Cantabria y ha reiterado su exigencia de un Plan de Inclusión Social que ponga freno a esta situación.

Valdés ha valorado los últimos estudios de entidades sociales como Cáritas y Cruz Roja, que alertan del crecimiento de las personas que carecen de medios de subsistencia y prevén que superen las 10.000 antes de que finalice el presente año.

"El panorama es aterrador, pero el Gobierno de Cantabria permanece insensible y ajeno al sufrimiento de tantos miles de familias", ha criticado Valdés en nota de prensa.

La diputada ha reprochado al PP su voto en contra de la iniciativa que ella misma defendió hace unos días en el Parlamento para reclamar un Plan de Inclusión Social, cuando formaba parte de sus propios compromisos electorales, y ha acusado a la consejera de Servicios Sociales, María José Sáenz de Buruaga, de "desconocer la realidad de auténtica miseria que viven cada vez más familias cántabras", afectadas por carencias de alimentos, medicamentos y artículos de primera necesidad.

Asimismo, ha destacado que las organizaciones sociales apenas son capaces de cubrir una mínima parte de esas necesidades, dado que se encuentran "desbordadas por la precariedad y la falta de implicación del Ejecutivo regional".

"El PP no gobierna para las personas, sino para los poderes económicos, y por eso hace oídos sordos a las necesidades cotidianas mientras perdona a los defraudadores, rescata bancos o aprueba subvenciones millonarias para colegios que promueven la educación sexista en contra de sentencias judiciales", ha declarado.

Por todo ello, ha exigido un cambio de políticas y ha abogado por situar a las personas "en el centro de la gestión pública", ya que de lo contrario seguirá aumentando el número de ciudadanos en situación de pobreza, "fruto del paro, los desahucios y el desmantelamiento de los servicios sociales que están provocando quienes prometieron resolver todos los problemas de los cántabros en 100 días".

"Ignacio Diego debe cambiar su modelo de gestión y debe hacerlo ya, porque está condenando a miles de personas a la exclusión social y agravando las diferencias entre ricos y pobres de una manera realmente obscena", ha concluido.