El alcalde de Valladolid, Francisco Javier León de la Riva, ha reiterado este viernes la idoneidad de celebrar la Feria del Libro en la Cúpula del Milenio, ante el mal tiempo que ha coincidido con la jornada inaugural y que se prevé para los próximos días.

En declaraciones recogidas por Europa Press durante su visita al recinto de la Feria del Libro, el primer edil vallisoletano se ha preguntado, ante las críticas procedentes de distintos sectores por el trasladado desde 2012 de este evento a la Cúpula del Milenio, si "siguen pensando que un día como hoy estaría mejor en el Campo Grande".

Tras ironizar con que "hay quien dice que el alcalde tiene poderes especiales para que llueva o no llueva cuando conviene", ha recordado que el mes de abril es una época en la que "son frecuentes las lluvias", y ha asegurado que para este fin de semana, el lunes y el martes "se avecina incluso aguanieve".

No obstante, ha apuntado que al final de la Feria, el Ayuntamiento hará balance, al igual que en 2012, y "si las encuestas y la opinión de los que están vendiendo es mejor aquí y se ratifica que es el buen camino", el certamen se mantendrá en la Cúpula del Milenio. De lo contrario ha afirmado que se volvería a cambiar la ubicación.

También ha aseverado que, de los expositores que ha visitado, "varios han dicho ya que están muy bien aquí, ya que el tiempo no les permitiría exponer las cosas igual", al tiempo que ha restado importancia a las ventas de libros porque considera que la Feria se organiza "no para vender libros, sino para promocionar la lectura".

León de la Riva y la concejal de Cultura, Comercio y Turismo, Mercedes Cantalapiedra, han apuntado que este año la Feria cuenta con "tres expositores más" que en 2012.

Con respecto al año pasado, ha recordado también que al comentarse "algún problema de acústica" se ha optado por instalar una carpa exterior para celebrar las conferencias y, al mismo tiempo, "ampliar un poco el recinto".

Mercedes Cantalapiedra ha ido más allá y ha mantenido que, pese a la instalación de esta carpa externa, si el montaje se hubiera realizado en el paseo de Coches del Campo Grande "habría costado 90.000 euros más, porque había que montar los expositores". Cabe recordar que en el interior de la Cúpula también se instalan mostradores de características muy similares a los que se situaban junto a la acera de Recoletos.

También ha querido recordar Cantalapiedra que el Ayuntamiento de Valladolid "es el único que sufraga los gastos de la Feria del Libro, porque en otras lo pagan los establecimientos". Por su parte, León de la Riva ha señalado que, pese a que los partidos de la oposición y el Gremio de Editores ha apuntado que el coste diario de mantenimiento de la Cúpula es de 6.000 euros, "realmente no cuesta nada porque iba a ser lo mismo haya o no feria del libro".

192.000 EUROS

El presupuesto para esta XLVI edición será de 192.000 euros —30.000 euros más que hace un año—, 93.000 de ellos aportados por el Ministerio de Educación, Cultura y Deporte a través de una subvención que ha permitido, entre otras cosas, la ampliación de la superficie ferial con la carpa y la 'carpita' para actividades infantiles.

De este modo, la Feria está estructurada en torno a seis espacios de la plaza, como la Cúpula del Milenio, que constituirá el recinto principal; dos carpas adyacentes; el Salón de Actos del Edificio Administrativo de Uso Múltiple; la sala de exposiciones del aparcamiento subterráneo de la plaza y el propio espacio urbano.

Así, en la Cúpula se instalan los puestos comerciales y la biblioteca 'Ilustratours', que pondrá al alcance de los lectores más pequeños casi 400 álbumes ilustrados.

La jornada inaugural ha estado marcada por el acto en el que el periodista y escritor burgalés Álex Grijelmo ha leído el pregón de la Feria, en el que se ha referido a las "buenas y malas" palabras que, como ha recordado, son la "materia prima de los libros".

En este sentido, ha recordado palabras utilizadas como insultos "que ha construido nuestra lengua", "expresiones graciosas y juguetonas de andar por casa" como los sonoros 'tarambana', 'chisgarabís' o 'pelele', con otras palabras que ha considerado más hirientes y que ha definido como insultos "de andar por la política", como 'nazi', 'franquista', 'antidemócrata', 'totalitario' o 'esquirol'.

Pregón de álex grijelmo

Sin embargo, el actual director de Comunicación de Prisa Noticias, ha lamentado que son éstos los insultos que "prosperan gracias al anonimato de redes y foros", lo que ha conllevado a que en la actualidad, cuando "las palabras circulan a toda velocidad y cualquiera puede insultar ocultando su nombre", el valor de aquéllas "cotiza a la baja en muchos casos".

Por todo ello, ha reivindicado un código "sobre la validez de los insultos" en el que animaría a que no hagan daño ni se consideren válidas palabras "que procedan del anonimato o del rumor", aquellas "dichas por alguien que hace negocio al pronunciarlas" y otras utilizadas por "quienes, lejos de utilizar mecanismos del Estado de Derecho para dirimir diferencias, se toman la venganza por su mano y deciden desacreditar a sus oponentes ideológicos o empresariales mediante insultos, infundios o infamias".

Previamente, en declaraciones a los medios de comunicación, ha reflexionado sobre algunos términos de actualidad como los 'escraches', una palabra "viajera" que ha estado "de ida y vuelta" entre Europa y América, ya que se originó en el italiano genovés, se utilizó en el lunfardo de los inmigrantes establecidos en Argentina, lo que la introdujo en el español de sudamérica para recientemente haber regresado a España con las acciones de protesta ante residencias de políticos del PP.

También se ha referido a la palabra 'austeridad', que en su opinión "siempre se fue la decisión de una persona de no gastar más de lo necesario" y que ahora realmente supone "vivir con menos de lo necesario", algo que anteriormente "se llamaba empobrecimiento".

Por último, ha ironizado con que los "eufemismos" que ha escuchado en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros de este viernes serían "dignos de estudio", aunque ha considerado que estas expresiones "siempre han estado presentes" y se ha demostrado que "con el tiempo acaban por dar nombre a aquello que no querían nombrar".