Malos o buenos, los bancos son hoy las grandes inmobiliarias del país. Empezando por la Sareb –el banco malo– y siguiendo por la banca clásica, todos ellos disponen de enormes carteras de viviendas, 'ladrillos' que pesan demasiado en sus balances. Pero todos andan empeñados en vender. Solo entre enero y marzo, Santander, Caixabank y Sabadell han vendido 10.224 viviendas.

El Santander es el que ha dado salida a más inmuebles. En el primer trimestre de 2013, a través de su filial inmobiliaria Altamira Santander Real Estate, se ha deshecho de 4.500 viviendas. Pero además, a esas podrían sumarse otras 500 que ha comercializado en régimen de alquiler con opción a compra.

De este modo, el banco de Botín ha conseguido que su riesgo inmobiliario neto en España haya bajado un 47% durante el último año, hasta los 11.936 millones de euros netos de provisiones.

Por su parte, Caixabank ha vendido 3.227 activos inmobiliarios durante el primer trimestre de 2013. El importe de todas estas viviendas vendidas entre enero y marzo supera los 365 millones de euros.

Siguiendo esa pauta, el banco prevé alcanzar unas ventas de unas 15.000 unidades al cierre del año. De este modo, El consejero delegado de CaixaBank, Juan María Nin, confía en que "en 4 o 5 años desaparecería el stock de nuestro balance".

El tercer banco mencionado, el Sabadell ha vendido un 26% más viviendas durante el primer trimestre del año, con un total de 2.497 inmuebles. El objetivo de la entidad para todo el año es vender 16.000 inmuebles.

El Banco Sabadell apunta un dato significativo de cómo están las cosas. Cada vez es más acentuada la tendencia a comprar viviendas en efectivo, sin solicitar una hipoteca. Entre enero y marzo de 2013, el 62% de las ventas de pisos propiedad de la entidad se han vendido ya sin financiación.

Finalmente, Bankia no refiere sus ventas del primer trimestre pero sí apunta que espera vender 14.000 inmuebles en 2013, los mismos que en 2012, según el director general de presidencia de Bankia, José Sevilla.

Representan cifras "pequeñas", reconoce. "Estamos vendiendo pisos, pero no a velocidad de crucero", aunque Sevilla espera que en los próximos meses este proceso "vaya cogiendo ritmo".