El ministro argentino de Economía, Hernán Lorenzino, se convirtió en una estrella de las redes sociales y ha inspirado hasta una cumbia propia tras cortar una entrevista con un "Me quiero ir" cuando se le preguntó por la inflación en el país.

"Me quiero ir" es el estribillo de la "cumbia de Lorenzino" que, al ritmo de la marcha peronista, reproduce en la voz del ministro los "logros" económicos del Gobierno y su apuro para no hablar de las cifras de inflación, uno de los principales problemas del país.

Además, "Me quiero ir" llegó a ser uno de los temas del día en tuitter en Argentina y es ya el eslogan de camisetas que se subastan en una conocida página de ventas por internet.

El patinazo del ministro se produjo durante una entrevista con una periodista griega que le preguntó: "¿Cuál es la inflación de la Argentina en estos momentos?".Lorenzino, aparentemente un poco nervioso, eludió dar la cifra, lo que obligó a la periodista a repetir la pregunta, a la que él respondió que no estaba seguro, pero creía que la tasa es del 10,2 %.

Visiblemente incómodo, el ministro se perdió con la siguiente pregunta sobre la estrategia del Gobierno ante una posible sanción del Fondo Monetario Internacional (FMI) por sus estadísticas defectuosas. "No sé, no sé", dijo Lorenzino, que se volvió y preguntó a sus asesores si podía "cortar esto un minuto" antes de levantarse de la entrevista. "Me quiero ir, sí, me quiero ir", se escucha decir a un agobiado Lorenzino ya fuera de cámara.

"La verdad, hablar sobre estadísticas de inflación en Argentina es complejo", se justifica el ministro de Economía, mientras que su asesora admite que no hablan de la inflación habitualmente "ni con los medios argentinos".

La frase corrió como la pólvora en las redes sociales con todo tipo de comentarios. "La sensación de que estamos gobernados por tarados: "Un ministro se quiere ir"", señalaba el periodista y escritor Martín Caparrós en su cuenta de tuiter.

"¿Cuánto hace que un político no sintetizaba tan bien el sentimiento de tantos argentinos?", agregaba.

Las cifras oficiales de inflación, un 11,2 por ciento para este año, han sido duramente cuestionadas por organismos independientes que sitúan el indicador por encima del 20 por ciento.