Rojo "para nada" se siente cuestionada por su partido al respecto de su actuación ante el incidente de Beiras

La presidenta de la Cámara gallega, Pilar Rojo, ha asegurado que "para nada" se siente cuestionada en su puesto después del incidente protagonizado por el portavoz de AGE, Xosé Manuel Beiras, cuando se encaró al jefe del Ejecutivo autonómico, Alberto Núñez Feijóo, en su escaño, y de que el portavoz parlamentario de su grupo, Pedro Puy, le hubiese recriminado si algunos diputados tenían "bula" y no se les llamaba al orden.

La presidenta de la Cámara gallega, Pilar Rojo, ha asegurado que "para nada" se siente cuestionada en su puesto después del incidente protagonizado por el portavoz de AGE, Xosé Manuel Beiras, cuando se encaró al jefe del Ejecutivo autonómico, Alberto Núñez Feijóo, en su escaño, y de que el portavoz parlamentario de su grupo, Pedro Puy, le hubiese recriminado si algunos diputados tenían "bula" y no se les llamaba al orden.

"No, para nada" han sido las únicas palabras que la jefa del Legislativo autonómico ha querido decir al ser preguntada por los periodistas, antes de un acto en el Pazo do Hórreo, sobre si se sentía cuestionada.

Además de las palabras de Pedro Puy en el hemiciclo advirtiendo de una falta de aplicación del artículo parlamentario relativo al mantenimiento del orden en las sesiones, la viceportavoz del Grupo Popular, Marta Rodríguez Arias, aseguró, sobre la actuación de la presidenta en la conducción del pleno, que tendría que ser ella la que diese explicaciones a los medios de comunicación.

Durante la sesión de control al Gobierno, cuando el presidente de la Xunta contestaba a la pregunta formulada por el portavoz parlamentario del BNG, Francisco Jorquera, Beiras se levantó de su asiento y se dirigió al escaño del presidente, que llegó a golpear mientras le reprochaba sus palabras y le demandaba "decencia".

El mandatario autonómico había dicho al diputado nacionalista que sólo le faltaba "sacar el zapato" (en referencia a la acción protagonizada por el propio Beiras en el Parlamento gallego en 1993) o "emocionarse tanto, tanto" (también en alusión al histórico nacionalista y a su intervención en el pleno anterior).

En este momento, la presidenta del Parlamento recordó al parlamentario de AGE que tenía, como diputado, derechos, pero también la obligación de respetar el orden de la sesión. Posteriormente, también le llegó a llamar al orden, pero más tarde de lo ocurrido.

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