El sindicato Comfia CCOO-A considera un "fracaso" del Sistema Institucional de Protección (SIP) de Grupo Cooperativo Ibérico, después de que Caja Rural de Extremadura haya anunciado que abandonará este SIP de "mutuo acuerdo" entre los integrantes de esta unión, Caja Rural del Sur y Caja Rural de Córdoba, y "sin penalización de tipo alguno", y cree que ese "fracaso" es debido a "un problema de ambición, gestión y de competencias".

Fuentes de Comfia CCOO-A han indicado a Europa Press que "laboralmente entendemos que las dificultades que se han podido producir para la continuidad del SIP del Grupo Ibérico se pueden dividir en dos aspectos los laborales y los de asunción del mando de la entidad".

De esta forma, cree que, en relación con los trabajadores, "se podrían haber evitado las dificultades si se hubiera atendido nuestra propuesta, formulada en dos ocasiones, de constitución de una mesa laboral para definir un marco de relaciones laborales claro y con garantías, que clarificase el futuro de la plantilla".

Asimismo, aseguran que ha existido "una pugna por el liderazgo, reparto de competencias gerenciales y el modelo de gestión", algo que ha demostrado que "más allá de la viabilidad futura de la entidad, a los gestores les preocupase más su futuro personal que los del proyecto en sí".

CCOO-A ha lamentado la ruptura por cuanto "supone andar en sentido contrario a las exigencias de la situación actual", toda vez que considera que las cajas rurales "tienen dimensiones que aconsejan la unión o fusión para consolidar entidades con más fortaleza y no lo contrario".

"La mezcla de intereses personales de direcciones y consejos rectores, y de control financiero de los poderes políticos impide una vez más andar por el camino adecuado", se lamenta la central.

El sindicato ha calificado este proceso como "un proceso oscuro, al margen de la representación de los trabajadores y de los propios cooperativistas, en el que en ningún momento se ha puesto a disposición de la representación laboral de trabajadores el contrato de integración, e incluso tampoco a los propios cooperativistas de Caja Rural de Extremadura".

Para CCOO-A "se confirma que en Caja Rural del Sur, que ha capitaneado el proceso de integración, impera un sistema de gestión de los recursos humanos obsoleto, imperativo, que ha chocado desde el primer momento con la plantilla y con la dirección de la Caja Rural de Extremadura".

Agrega que "también ha favorecido la ruptura del SIP la política comercial de Caja Rural del Sur, que es muy agresiva, con resultados a corto, despreciando la fidelidad de la clientela y dificultando la financiación a pequeños agricultores y ganaderos, volcándose en la venta y comercialización de servicios, seguros o tarjetas, entre otros productos, pero sin atender las necesidades y compromisos con la clientela y el territorio".