Acusado de intentar matar a un hombre atropellándole dice que fue a identificarle y no a asesinarle

Una testigo afirma que el procesado estaba "muy nervioso" y que cogió el coche con la intención de atropellar a las víctimas
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EUROPA PRESS
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R.G.M., el hombre acusado de un delito de homicidio en grado de tentativa en Casarrubios del Monte (Toledo), por intentar supuestamente acabar con la vida de dos personas, a las que embistió con su automóvil, consiguiendo atropellar a una de ellas, ha apuntado que "en ningún momento" les atropelló, les arrolló, ni pasó por encima de ellos con el coche y que su intención fue identificarles y no asesinar a nadie.

Durante el juicio oral que se celebra este miércoles en la Audiencia Provincial de Toledo, el procesado ha afirmado que fue tras estas dos personas con el coche con la intención de identificarlas porque habían pegado una paliza a su sobrino, pero no con el objetivo de atropellarles.

El procesado ha asegurado que circulaba a unos 10 kilómetros por hora y que, cuando llegó a la altura de estas personas, una de ellas puso la mano encima de la furgoneta, se "tiró" encima del coche y luego se cayó al suelo sin quedarse tendido en la calzada, ya que luego pudo ponerse en pie.

HUIDA

Al ser preguntado por qué huyó del lugar para refugiarse en la bodega en la que trabaja en la localidad toledana, el procesado ha asegurado que le dio un ataque de ansiedad y que vio como las víctimas se levantaban y pensó que le iban a hacer algo.

Asimismo, ha negado que cuando fue encontrado por la Policía Local y por la Guardia Civil escondido en la bodega les dijera que se había buscado la ruina porque había atropellado a alguna persona.

Un hecho este último que se contradice con las declaraciones de alguno de los policías y los guardias civiles que le encontraron, quienes han declarado durante el juicio que cuando el procesado salió de su escondite con las manos en alto les dijo que se había arruinado la vida.

Creía que le iban a matar

Durante el juicio ha declarado también el sobrino del acusado, quien ha señalado que llamó a su tío para pedirle ayuda porque las dos víctimas le estaban dando una paliza y que creía que le iban a matar al propinarle algún golpe porque sufre hemofilia.

Su tío, según ha relatado, le quitó a las víctimas de encima no sin antes —según ha asegurado— haberle dejado éstas sangrando y conmocionado, causa por la cual tuvo que ser trasladado hasta un hospital.

Sin embargo, las dos víctimas —que son cuñados— han declarado ante la sala que fue el sobrino de la víctima quien inició una discusión "sin mediar palabra", que éste no quedó conmocionado ni sangrando en ningún momento, y que el procesado apareció en el lugar y les comenzó a agredir.

Asimismo, han indicado que cuando lograron "escapar" de la pelea se fueron del lugar para más tarde ver un coche conducido por el acusado que "iba a gran velocidad" —concretamente unos 40 kilómetros por hora, según han dicho— y que atropelló solamente a uno de ellos, que quedó tendido en el suelo.

Una de las víctimas ha relatado que mientras su cuñado estaba en el suelo porque había sido atropellado, el coche dio marcha atrás para después volver a acelerar con la intención de volver a arrolle, pero que le dio tiempo a arrastrarle para que no fuera de nuevo pillado.

Apareció "de repente"

Durante el juicio, también ha declarado tras un biombo la exnovia del sobrino del acusado, quien vio cómo el primero inició una discusión con las víctimas y ha añadido que "de repente" apareció el procesado iniciándose una pelea entre los cuatro.

Esta testigo ha señalado que su exnovio no quedó inconsciente ni tendido en el suelo a causa de la pelea y que el procesado estaba "muy nervioso" por lo que ha asegurado que, aunque no vio el atropello, sí que vio al acusado coger el coche y que "su intención era atropellar a las víctimas".

Incluso ha llegado a afirmar que estuvo más pendiente del procesado "por el temor de lo que podía hacer" que de su exnovio y que en un primer momento se puso delante del coche pero que se quitó porque el acusado salió del lugar con el automóvil "deprisa".

Conclusiones de las partes

El Ministerio Fiscal, durante la lectura de las conclusiones, ha elevado las mismas a definitivas y ha mantenido la pena de siete años y seis meses para el acusado al asegurar que ha quedado probado durante el juicio que se dieron las circunstancias necesarias para causar la muerte a una de las víctimas.

Por su parte, la acusación particular se ha adherido a las tesis de la Fiscalía y también ha elevado a definitivas sus conclusiones sin modificarlas y pidiendo para el procesado un total de nueve años de cárcel.

Finalmente, la defensa del acusado ha pedido la libre absolución para su patrocinado al argumentar que no han quedado acreditado los hechos y que lo que sí está acreditado es que las víctimas están vivas y que no se produjo una tentativa de homicidio.

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