Museos y centros de arte ejercen el 'BookCrossing' y liberan este martes más de 3.000 libros

  • Más de 60 centros de arte y museos españoles participan este martes, con motivo del Día Internacional del Libro, en la iniciativa 'BookCrossing'.
  • En total liberararán más de 3.000 libros que serán depositados en numerosas localidades para ser recogidos por nuevos lectores de forma espontánea.
  • Esta iniciativa cuenta con más de 9 millones de libros viajando por 132 países; España es el décimo país en el que más se practica esta actividad.
Libros liberados en Lyon (Francia) por la iniciativa 'BookCrossing'.
Libros liberados en Lyon (Francia) por la iniciativa 'BookCrossing'.
Alexandre Duret-Lutz / WIKIPEDIA
Libros liberados en Lyon (Francia) por la iniciativa 'BookCrossing'.

Más de 60 centros de arte y museos españoles participan este martes, con motivo del Día Internacional del Libro, en la biblioteca mundial BookCrossing, lo que les llevará a "liberar" más de 3.000 libros, que serán depositados en numerosas localidades para ser recogidos por nuevos lectores.

El BookCrossing se define como un club de lectura global en el que gente de todo el mundo deja libros en las calles y cualquiera puede recogerlos para leerlos y volver a depositarlos en otro lugar.

Esta iniciativa cuenta actualmente con más de 9 millones de libros viajando por 132 países, entre los cuales, España es el décimo país en el que más se practica esta actividad.

Por provincias, la que más libros tiene liberados actualmente es Granada, que ocupa el primer puesto con 373 tomos liberados, seguida de Barcelona, con 291, y Madrid, con 210 volúmenes en circulación.

El BookCrossing comenzó en Estados Unidos hace ya doce años, cuando el fundador de esta iniciativa, Ron Hornbaker, la puso en marcha desde el convencimiento de que los libros no son solo obras para ser compradas y leídas, sino que también están hechas para ser compartidas.

Un libro que no está perdido

Cuando un ciudadano descubre en algún rincón de su ciudad, ya sea en el metro, en un autobús, en un hospital o en un banco, un libro, observará que en su portada lleva una pegatina en la que se lee: "No me he perdido. Soy parte de un club de libros global".

Al abrir la obra, se explica que se trata de "un libro muy especial", que está "viajando alrededor del mundo haciendo nuevos amigos" y se pide al nuevo lector que acceda a la web de BookCrossing para descubrir de dónde viene, quién lo ha leído, si le ha gustado y dónde será depositado de nuevo.

Así, en palabras del fundador del proyecto, se promueve una interconexión divertida de los lectores y se establece una "gran conversación" literaria y anecdótica entre ellos.

El lema del BookCrossing es "Libro libre", su icono, un libro corriendo, y su identificación, llamada BCID, va incluida en cada una de las obras para que la persona que la encuentre sepa que forma parte de una "biblioteca mundial".

Este fue el caso de una familia de Zaragoza que encontró un libro frente al museo Artium cuando pasaba unos días en Vitoria y, tras disfrutar de él, lo "liberó" en su lugar de residencia, desde donde continúa su viaje.

Los libros más viajeros

En la web de esta biblioteca mundial se puede descubrir que los libros más viajeros hasta ahora son Lectores constantes de Hoffnung, que ha pasado de lector en lector hasta 601 veces, Lo que deseó para su cumpleaños, de Ellen Sonntag, con 136 saltos, y en tercer lugar Pasaje a la India de E.M. Forster, que cuenta con ya 130 usuarios.

"Ver cómo la gente disfruta de la lectura y permite que los libros sigan viajando es muy gratificante", señala una experta documentalista del museo Artium de Vitoria, Silvia Carretero.

Ella misma ha disfrutado al "liberar" en un hospital un libro con fotografías de mujeres embarazadas que, según supo después, fue recogido por una mujer justo cuando iba a dar a luz y contó en la web que le había encantado y lo iba a depositar en otra zona adecuada para que otras madres pudieran leerlo.

En ocasiones, ha comentado Carretero, se dan circunstancias curiosas como cuando algún propietario de un libro desea dejarlo "abandonado" en un punto de la ciudad a la espera de ser "adoptado" y, al ver su gesto, algún ciudadano bienintencionado corre tras él pensando que se lo ha dejado olvidado.

No siempre funciona

Este sistema mundial de préstamo de libros no siempre funciona. De hecho, el museo de San Telmo de San Sebastián ha decidido no participar en esta actividad porque en años anteriores "la gente no ha colaborado. Se han llevado los libros pero no han aportado comentarios ni se han registrado en la web", lo que impide por tanto su seguimiento, se ha lamentado una bibliotecaria del centro.

Investigar el periplo de un libro, compartir comentarios con personas de todo el mundo y disfrutar de la lectura, que como defiende la Sociedad española de Neurología estimula la actividad cerebral e incluso protege contra el Alzheimer o el Parkinson, son algunas de las ventajas del BookCrossing, un movimiento en alza y a prueba de crisis.

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