El cineasta gijonés Roberto Fernández Canuto, residente en Chengdú, una de las zonas afectadas por el reciente terremoto de China y situada a 120 kilómetros del epicentro del seísmo (Leshan), de 7 grados en la escala Richter, ha relatado a Europa Press cómo llegó a temer por su vida. "El temblor duró unos 20 segundos en total, que se hicieron eternos", ha asegurado.

No es la primera vez que Fernández Canuto vive la fuerza de un terremoto, ya que residió en Los Ángeles durante unos años, aunque sí ha remarcado que este fue un seísmo mucho más fuerte. "Ninguno se asemejaba a éste", ha insistido.

El gijonés es uno de los 28 españoles residentes en la provincia china de Sichuan, de la que Chengdu es la capital. Actualmente trabaja en una empresa de producción audiovisual. Su último trabajo, 'Ni Ging (No Robarás)', es un corto chino co-dirigido con Xu Xiaoxi y basado en hechos reales, que se presentará en festivales próximamente. Ha sido galardonado anteriormente, junto a Xu Xiaoxi, por sus trabajos 'Toto Forever' y 'Desire Street'.

En cuanto al seísmo en China, ha recordado cómo se había registrado en la zona días antes mucho calor, con temperaturas de incluso 33 grados, algo que no es habitual para esta época del año. La noche del seísmo, Fernández Canuto había trabajo hasta tarde montando el tráiler del corto en el que está trabajando, por lo que se acostó sobre las 4.00 horas.

Cuatro horas después se despertó "sobresaltado por el movimiento brusco de la cama", según él, quién ha descrito cómo un cuadro bastante pesado se cayó al suelo de una de las paredes y cómo las puertas del armario se tambaleaban.

Primero vino la confusión, pero en cuanto se dio cuenta de que era un terremoto temió por su vida y la de sus amigos, pero también pensó en su familia, y en que debía avisarles cuánto antes de que se encontraba bien.

Consciente de la situación, salió rápido de la habitación y se reunió con la familia con la que vive. El gijonés ha remarcado cómo todos estaban "muy asustados" y cómo le indicaron que debía de permanecer debajo de la puerta del salón, que queda en la parte central del edificio.

Una vez terminando el temblor, la mayor preocupación fue contactar con familiares y amigos, pero la líneas de teléfono estaban cortadas. Decidieron entonces salir al patio del edificio, por si se repetía el seísmo. Una idea compartida por otros muchos vecinos, algunos de los cuales iban aún en ropa interior.

Todos ellos remarcaron la "violencia" del terremoto y lo asemejaban con el sucedido cinco años antes, cuando perdieron la vida cerca de 90.000 personas. "Estaban realmente asustados", ha recalcado el gijonés.

Este ha añadido cómo en unos minutos volvió a funcionar el teléfono y cómo recibieron una llamada de una amiga que estaba "aterrorizada", ya que al vivir en una planta 22 de un edificio el terremoto se había hecho notar más. "Nos comentó que todos los cuadros, los vasos y platos de la cocina y toda la decoración estaba por el suelo, y que el edificio se había tambaleado muchísimo, hasta el punto que pensó que se iba a desplomar", ha agregado.

Epicentro a 120 KILÓMETROS

De vuelta a casa, comenzaron a llegar las primeras noticias a través de Weibo, la red social más utilizada en China, en la que la gente empezó a colgar fotos de lo ocurrido. Fue entonces cuando comprobaron que el epicentro del seísmo estaba a unos 120 kilómetros del centro de Chengdu, en un lugar muy conocido por albergar el 'Buda Gigante de Leshan', la mayor escultura en piedra de un buda del mundo y la más alta estatua pre-moderna (71 metros).

Pronto se vieron las primeras imágenes de edificios destruidos y el Gobierno chino, según él, envió a 2.000 soldados para ayudar a las víctimas. Asimismo, ha indicado que en la zona del epicentro llevan tres días con el servicio de agua cortado y se sigue buscando víctimas entre los escombros. "El panorama es desolador", ha destacado.

También el gijonés, junto a algunos amigos, decidieron organizarse para viajar a la zona e intentar ayudar, aunque no pudieron al estar las carreteras de acceso cortadas, además de que las autoridades sólo permitían pasar a la zona a servicios de auxilio oficiales. Ya por la tarde se reforzó la ayuda con helicópteros y cerca de 8.000 soldados para asistir a los heridos y buscar víctimas, según él.

En Chengdu (15 millones de habitantes), capital de la provincia de Sichuan, han fallecido ocho personas víctimas del terremoto, sobre todo en las afueras de la ciudad, y ha habido daños materiales, aunque no demasiado graves si se compara con la zona del epicentro, según las últimas informaciones de las que dispone.

Fernández Canuto ha explicado que, según las noticias que le llegaron, en todo Sichuan, se han contabilizado 188 muertes y 25 desaparecidos, según los últimos datos, aunque cerca de 200.000 personas han requerido o reciben atención médica y se calcula que 150.000 casas han sido dañadas de diversa consideración. Se calcula, además, que los daños en todo Sichuan pueden ascender a algo mas de dos billones de euros.

Asimismo, aunque el temblor fuerte fue sobre las 8.00 horas (2.00 horas en España) del pasado sábado, una hora después se registró la primera replica importante, por lo que los vecinos volvieron a concentrarse en el patio central del edificio.

Afortunadamente, según él, no hubo consecuencias. No fue la única réplica del temblor, ya que se dejaron sentir el resto del día y el domingo, algunas de muchas intensidad, por encima de 5 grados. Con todo, ha destacado que la ciudad ha vuelto a funcionar "con aparente normalidad", aunque toda la población sigue en alerta por si se repite otro terremoto semejante.