Me veo gorda y estoy a dieta

  • Las celebraciones navideñas en torno a la mesa sirven para que muchos padres se den cuenta de que sus hijas adolescentes hacen dietas sin sentido.
  • Pueden tener algún trastorno de la alimentación.
Un modelo peligroso de silueta, si lo quieres seguir... (Andreu Dalmau/Efe).
Un modelo peligroso de silueta, si lo quieres seguir... (Andreu Dalmau/Efe).
Andreu Dalmau/Efe
Un modelo peligroso de silueta, si lo quieres seguir... (Andreu Dalmau/Efe).

Llegan las fiestas de Navidad; las comidas familiares son habituales y los padres observan cómo su hija adolescente se preocupa por los ingredientes, habla constantemente de calorías y sólo picotea del plato. "En esta época, junto con el verano, es cuando los padres detectan con más frecuencia que su hija tiene un problema con la alimentación", afirma Raquel Linares, psicóloga especialista en

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En esta época y en verano es cuando los padres detectan con más frecuencia que su hija tiene problemas con la alimentación

"Sin caer en el alarmismo, hay que sospechar de aquellas niñas que adelgazan rápidamente y que no se permiten ni un capricho con los alimentos considerados tabú", asegura.

Hacen más ejercicio del habitual y pueden perder la menstruación.

Con una personalidad aún no configurada ni aceptada, y un cuerpo que ha cambiado de forma radical, esta obsesión puede convertirse en pesadilla.

Los medios de comunicación transmiten modelos de perfección y belleza y ellas se sienten obligadas a tener cuerpos 'danone'.

En un primer intento, los padres deben ayudarlas a conocer su realidad biológica y psíquica manteniendo una alimentación equilibrada.

"Cuando su actitud ante la comida se convierta en motivo de peleas y mentiras, es el momento de acudir a un especialista", asegura Linares.

Si se actúa pronto, el problema tiene fácil solución.

Hay que sospechar de aquellas niñas que adelgazan rápidamente y que no se permiten ni un capricho

Un modelo peligroso

El mundo de la moda está plagado de chicas excesivamente delgadas que se convierten en modelo a imitar para muchas adolescentes.

Algunos diseñadores y pasarelas apuestan últimamente por tallas más grandes, y los organismos oficiales piden que no se promocione la delgadez extrema como meta de belleza.

Signos de alarma:

Dietas: Una dieta aparentemente inocente puede provocar, en personas predispuestas, una rechazo obsesivo a los alimentos prohibidos.

Valores nutritivos: Excesivo interés por la composición de los alimentos, por lo que se va a comer, por los valores nutritivos de las comidas.

El espejo: Todo el mundo la ve bien proporcionada, pero ella insiste en que está demasiado gorda. No se encuentra bien con ninguna ropa. Poca autoestima, tristeza.

Ejercicio: Hace ejercicio y abdominales de forma exagerada, se da grandes caminatas, está poco sentada... Duerme menos.

En la mesa: Prefiere no sentarse a la mesa con los demás, desmenuza la comida y la esconde en los bolsillos.

Y cifras:

Trastornos: Un 2% de los españoles padecen anorexia; el 3-4%, bulimia, y el 5%, trastorno por atracón, responsable del 40% de las obesidades. La vigorexia, u obsesión por la musculación, afecta sobre todo a los chicos.

Edades: La anorexia se da 10 veces más en chicas que en chicos y en edades entre los 13 y los 19 años, aunque cada día aparecen casos más precoces y aumenta el problema en los chicos.

Muerte: La anorexia es la primera causa de muerte en edades tempranas y la segunda enfermedad crónica entre adolescentes. La mortalidad entre los afectados es entre el 5% y el 10%.

A régimen: A los 15 años una de cada cuatro mujeres hace régimen en España. El 58% de chicas y el 19% de chicos se ven gordos, aunque los demás piensen que no lo están.

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