Fiscalía de Valladolid solicita penas de cinco años para la pareja formada por Junior R.S.S. y Tania F.B. por delito de tráfico de cocaína y cannabis sativa desde el piso que ocupaba en la calle Murcia, en el barrio vallisoletano de Delicias, y otros dos años para un tercer procesado, Jairo A.S, a quien la policía, durante la operación que condujo a la detención de los tres en marzo de 2012, ocupó una pistola detonadora pero manipulada para poder disparar munición real.

Los tres compartirán banquillo este próximo miércoles, 24 de abril, en la Audiencia de Valladolid, donde los dos primeros se exponen además al pago de multas de 3.500 euros, según informaron a Europa Press fuentes jurídicas.

La acusación pública sostiene que Junior R.S.S, quien residía con su pareja y también acusada, Tania F.B, en el 1º C del número 13 de la calle Murcia, venía dedicándose a vender dosis de cocaína y cannabis sativa, bien en dicho domicilio o en las inmediaciones mediante fugaces encuentros con sus clientes.

En el marco de las pesquisas policiales, el 6 de marzo de 2012 su domicilio fue objeto de un registro en el que los agentes actuantes se incautaron de numerosos efectos para la distribución de la mercancía—recortes circulares de plástico, bolsas de autocierre, una balanza de precisión y un picador de madera—y de más de 73 gramos netos de 'coca' y 0,48 de cannabis sativa, mientras que a Tania F.B, momentos antes, se le ocupo en la calle un envoltorio de plástico termosellado que contenía 4,42 gramos de cocaína. El valor de la droga ocupada se eleva a 1.754 euros.

Relacionada con esta investigación, la policía procedió igualmente al registro domiciliario del tercer procesado, Jairo A.S, sito en el número 68 de la calle Embajadores, donde ocupó a su morador una pistola detonadora cuya marca y modelo, troquelada en el armazón, había sido borrado mediante rayado.

La pistola, con la finalidad de ser empleada como arma de fuego, había sido desprovista del impedimento que presenta este tipo de detonadoras en el interior de su cañón para no poder ser utilizada con munición armada de bala.

Se da la circunstancia de que tenía encajada entre la recámara y el comienzo del cañón una bala de 9mm Parabellum, pues la munición tenía un calibre superior al del arma.