"La primera vez no sangré y aunque le aseguré que era virgen él no me creyó. ¿Es posible que ocurra esto?"

1. Soy una chica de 22 años y llevo un año saliendo con un chico. Hace varios meses que mantenemos relaciones sexuales. La primera vez yo no sangré y aunque le aseguré a mi novio que yo era virgen se mostró bastante incrédulo. ¿Es posible que ocurra esto? ¿A qué puede deberse? África.

No solamente es posible sino que suele ocurrir con mucha más frecuencia de la que se piensa, sobretodo en mujeres mayores de 18 años.

El himen es una telilla que recubre el orificio vaginal para protegerlo de infecciones antes de que se produzca la primera regla, una vez que ha ocurrido este fenómeno ya no tiene función y empieza a reabsorberse, de tal manera que una chica mayor que hace una vida activa y deportiva es posible que ya no tenga mas que vestigios de su himen y que al tener la primera relación no sangre.

La virginidad es un fenómeno psicológico y el sangrar o no, no indica nada, si ese chico no cree tu palabra en algo tan simple posiblemente tampoco te crea en cosas mas importantes.

¿Le preguntaste tu a él si era virgen cuando tuvisteis la primera relación? ¿En caso afirmativo o negativo ¿Te hubiera importado? Pues no consientas que a él le importe tu pasado, sea el que sea, porque solo tú eres responsable de tu propia vida.

2. Te escribo desde Cuba, soy una chica de 27 años y desearía que me ayudaras a salir de esta duda que tengo. Me casé a los 20 años y al principio todo iba muy bien, pero al cabo de dos años se me pasaron las ganas, era feliz y le quería mucho pero ya no me apetecía. Pensé que ya no le quería y nos separamos. Conocí a otro chico que me hizo sentir de nuevo y creí que era el hombre de mi vida, pero me ha empezado a pasar lo mismo ¿Qué me pasa? Todo es perfecto y cada vez me siento mejor a su lado pero en el sexo cada vez me siento mas fría. Nivia.

Te está pasando lo que les pasa a muchas personas que confunden atracción sexual o deseo con amor, no son la misma cosa y aunque a veces van juntas parece que se desarrollan en direcciones opuestas.

La atracción sexual o enamoramiento se produce bruscamente, como algo irremediable y el deseo sexual se manifiesta como un fenómeno biológico ajeno a la voluntad del que lo siente, parece que es el deseo el que lo mueve todo y la voluntad no actúa.

El amor nace poco a poco, se va desarrollando a través del roce y el conocimiento, tiene los ojos bien abiertos y aparentemente es poco intenso pero lo mismo que el deseo sexual desaparece en el tiempo unas veces bruscamente y otras poco a poco, el amor va creciendo y se va alimentando del día a día, de los pequeños detalles, de la ternura y el conocimiento, de la comprensión y el reconocimiento, el sexo es impetuoso y exigente, el amor es tranquilo y reposado, el sexo es la aventura que hace perder la cabeza, el amor es el refugio cálido que nos permite actuar sin miedo.

Hay personas que prefieren vivir en el amor aunque su vida no sea tan emocionante y hay otras que prefieren la enajenación del enamoramiento. Todo está bien pero lo que esta claro es que en la mayoría de los casos hay que elegir o el deslumbramiento del sexo o la tranquilidad del amor. Tú verás lo que prefieres. No se pueden tener las dos cosas.

3. Soy una mujer de 30 años, siempre he tenido un sexo muy satisfactorio y aunque no tengo pareja estable estoy contenta con la vida que he elegido vivir. Desde hace unos meses tengo dolores en la penetración. Me siento excitada y lubricada pero al penetrar siento como un pinchazo y como si algo se me apretara por dentro. Me preocupa porque me gusta mucho hacer el amor, pero desde que me empezó a pasar es como si le estuviera cogiendo miedo. ¿Qué me pasa? Montse.

No te está pasando nada raro. Suelen suceder este tipo de dolores como síntoma asociado a diferentes infecciones vaginales. Te recomiendo que te hagas un reconocimiento tanto ginecológico como dermatológico.

Este tipo de malestares siempre suelen deberse a una causa orgánica que se presenta con dolores, picores y/o variaciones en el flujo vaginal. El tratamiento suele ser muy sencillo y el dolor desaparece como un mal sueño.