La Policía paquistaní detiene al exgeneral Musharraf y le impone arresto domiciliario

El expresidente de Pakistán Pervez Musharraf.
El expresidente de Pakistán Pervez Musharraf.
EFE
El expresidente de Pakistán Pervez Musharraf.

La Policía de Islamabad arrestó este viernes al exgeneral golpista Pervez Musharraf cuando este se personó en un juzgado de la capital paquistaní para solicitar la suspensión de la orden de arresto contra él, según informaron medios locales.

De acuerdo con el canal local Express, las fuerzas de seguridad lo han conducido a su domicilio en las afueras de Islamabad, donde ha sido puesto en arresto domiciliario. "Vine a Pakistán por mi propia decisión y afrontaré este problema porque respeto a la Justicia", dijo Musharraf al canal Geo poco después de ser detenido.

En un principio, algunos medios informaron de que había sido el propio Musharraf quien se personó por su propio pie ante el juez en busca de la suspensión de la orden de arresto dictada ayer por el Tribunal Superior de Islamabad.

El expresidente y exgeneral golpista Pervez Musharraf, que gobernó Pakistán entre 1999 y 2008, logró huir este jueves de la sala en la que magistrados del Tribunal Superior de Islamabad acababan de dictar su arresto.

Diversos canales locales mostraron cómo Musharraf se escabulló aprovechando el revuelo creado por su presencia en los juzgados y salió del recinto rodeado de sus guardaespaldas ante la pasividad de las fuerzas de seguridad presentes en el exterior.

Tras oír la orden de los magistrados, el exjefe del Ejército huyó de la sede judicial y se refugió en su mansión "a tomar café y fumar buenos cigarros", según dijo desafiante a los medios su abogado Ahmad Raza Kasuri.

Los representantes legales del expresidente golpista presentaron este jueves por la tarde ante el Tribunal Supremo una petición en la que pedían la suspensión de la orden de arresto, pero el Alto Tribunal no se ha pronunciado al respecto.

El juicio por el que ha sido arrestado Musharraf guarda relación con la etapa final de su régimen, cuando en noviembre de 2007 se detuvo bajo su mandato a 60 jueces, entre ellos el jefe del Tribunal Supremo, Iftikhar Chaudhry lo que, según los magistrados, podría haber vulnerado el orden constitucional.

Además de esta causa, el exgeneral se enfrenta a otro caso por alta traición en el Supremo y a dos más por complicidad en los asesinatos en 2006 de un dirigente nacionalista de la región occidental de Baluchistán, Nawab Bugti, y de la exprimera ministra Benazir Bhutto en 2007.

Ante la justicia, por vez primera

Es la primera vez que los tribunales paquistaníes se atreven a ordenar el arresto de un exjefe del poderoso estamento militar del país asiático, cuya actual cúpula guarda un escrupuloso silencio sobre la situación de Musharraf

Diversos analistas coinciden en que la jefatura del Ejército solicitó al exgeneral que no viniera para evitar tener que afrontar los juicios que tenía pendientes por el descrédito que eso podía tener para la institución armada.

Sin embargo, se desconoce cuál puede ser la reacción de la jefatura de las Fuerzas Armadas ante el inédito desarrollo del juicio contra el militar que dio un golpe de Estado en 1999 y dirigió el país hasta 2008.

La detención de Musharraf se suma al contratiempo que le supuso su reciente descalificación de las elecciones del próximo mayo después de que los tribunales electorales no lo consideraran apto como candidato por sus problemas con la justicia.

El exdictador se encuentra ahora atrapado por la persecución judicial, que incluye la prohibición de salir del país, y las amenazas contra su vida a cargo de la insurgencia integrista, a la que Musharraf se enfrentó abiertamente.

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