Falciani colaboró con varias Justicias europeas con datos que llenarían "un tren de mercancías"

  • La Audiencia Nacional estudia la posible extradición del informático Hervé Falciani, al que Suiza le acusa de robar miles de datos de evasores fiscales
  • Falciani asegura que colaboró con Hacienda y que nunca pidió dinero a cambio.
  • La Fiscalía se opone a su extradición porque colabora con España y el secreto bancario no es delito en nuestro país.
  • Falciani: un bandido encantador.
Falciani, durante la vista celebrada para estudiar si le entrega a Suiza.
Falciani, durante la vista celebrada para estudiar si le entrega a Suiza.
EFE/Juan Carlos Hidalgo
Falciani, durante la vista celebrada para estudiar si le entrega a Suiza.

Con peluca, gafas de pasta y barba de varios días. Así ha comparecido Hervé Daniel Marcel Falciani en la Audiencia Nacional este lunes en la vista pública que decide si será o no extraditado a Suiza. Alto, delgado y con traje gris, el informático monegasco respondió sin ningún atisbo de nerviosismo las preguntas del fiscal. Suiza le acusa de robar y luego querer vender miles de datos de clientes del banco HSBC, donde trabajaba, información que habría permitido la identificación de unos 130.000 evasores fiscales.

En la sesión, que arrancó a las 10 de la mañana en la sede que la Audiencia tiene en San Fernando de Henares (Madrid), participaron el fiscal francés Eric de Montgolfier, que destapó la denominada 'lista Falciani' sobre evasores fiscales; el exsecretario de Estado de Hacienda Carlos Ocaña y el exdirector general de la Agencia Tributaria Luis Pedroche.

Conocedor a la perfección de nuestro idioma, Falciani apenas necesitó al traducción de las preguntas del fiscal y de su abogado, aunque prefirió responder en francés. Falciani dejó claro en todo momento que no robó ningún dato, sino que alertó primero al banco suizo y luego a la justicia de ese país de las "actuaciones escándalosas" que se realizaban en el HSBC. Hasta en dos ocasiones. Y que incluso rechazó el pacto que le propusieron las autoridades judiciales de aquel país para que devolviera la información a cambio de la retirada de cargos contra él. Falciani ha defendido su altruismo, recalcando varias veces que nunca vendió la información que obtuvo ni ha recibido ninguna compensación económica por colaborar con las Justicias de varios países europeos.

Información que confirmó el fiscal francés Eric Montgolfier, que no cree que Falciani quisiera enriquecerse con los datos del HSBC. Esa es la tesis de la fiscal Dolores Delgado, que defendía en un escrito que presentó el pasado 31 de enero, que el reclamado estaba desarrollando una "activa cooperación" en diferentes procedimientos contra el fraude, "tanto en el pasado como en la actualidad".

Francotiradores para garantizar su seguridad

Tras su declaración, Falciani abandonó la Audiencia Nacional del mismo modo que entró: rodeado de enormes medidas de seguridad. Los cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado garantizaron que el monegasco no corriese ningún peligro y colocaron francotiradores en lugares estratégicos. La extremas medidas de seguridad que se toman con Falciani no son novedosas.

Por eso salió de la cárcel de Valdemoro un día antes de que la Audiencia lo hiciera oficial. Su auto de libertad es del 17 de diciembre de 2012, pero él abandonó la prisión a las 15.00 horas del día 16 (como ya adelantó 20 minutos) con chaleco antibalas y protegido por ocho policías. Las medidas de seguridad exigían que saliera en libertad antes de que se hiciera público a los medios.

Ahora, Falciani vive en un piso franco protegido por cuatro agentes especiales, cambia cada poco tiempo de domicilio y siempre va con escolta en las escasas ocasiones en las debe desplazarse.

La fiscal se opone a su extradición

Falciani está reclamado por Suiza por los delitos de sustracción de información, violación del secreto comercial y violación del secreto bancario, todos ellos recogidos en el Código Penal del país helvético. Sin embargo, la fiscal ha concluido diciendo que no pedirá la extradición de Falciani a Suiza ya que el secreto bancario no existe en España y el informático está colaborando con la Hacienda española. Suiza le reclama por delitos que suman 12 años de cárcel no reconocidos en el Código Penal español. La fiscal cirfó en 250.000 millones de euros el fraude que ha ayudado a combatir Falciani.

Falciani fue muy cuidadoso en sus palabras. Su testimonio aportó algunas sorpresas, como que no existe una 'lista Falciani' de evasores fiscales como tal, sino de un sistema informático cuyo análisis permite la identificación de los titulares de las cuentas opacas y de sus operaciones de blanqueo de capitales. También dejó claro que no fue él quien sustrajo la información, sino otros empleados del HSBC que se la dieron. Insistió que intentó poner toda esa información a disposición de las autoridades judiciales suizas, sin éxito. "Mis primeros contactos fueron con las autoridades que regulan los mercados y después con la justicia  federal, que me dijo que me buscara un abogado".

Tras dos intentos fallidos, es cuando decidió demostrar que fallaba la seguridad del sistema bancario suizo. Falciani explicó que viajó a El Líbano con una identidad falsa pero con su pasaporte. Pero que no lo hizo para vender los datos de los clientes, sino para generar una alerta en el sistema bancario suizo que demostraba su vulnerabilidad.

Y eligió el banco Audi porque es filial de otra entidad suiza y sabía que el sistema de alertas iba a saltar y se iba a abrir una investigación. De hecho, Falciani recalcó que dejó muchas pistas, como que los billetes del viaje los pagó su mujer con una tarjeta de crédito del HSBC. Era una prueba de lo que quería demostrar, no una venta. El informático, que trabajaba en la sede del HSBC Private Bank de Ginebra, accedió a datos personales y financieros de los clientes de la entidad relativos a operaciones que habían realizado entre febrero de 1997 y diciembre de 2007.

Colaboraba anónimamente con la Hacienda francesa

Aunque la Policía suiza le interrogó en diciembre de 2008, y luego huyó a Francia, Falciani explicó que desde febrero de ese año había entrado en contacto con la Policía francesa de manera anónima. El fiscal francés Eric de Montgolfier ha confirmado que Falciani colaboró con Francia para desencriptar la información e interpretarla, y confirmó que nunca pidió dinero a cambio, pese a que la legislación francesa prevé una remuneración para estos casos.

El fiscal francés ha aportado otro dato sorprendente, que solicitó al Ministerio de Justicia de su país compartir la información con otros países, pero que éste rechazó su propuesta. Tuvieron que ser las autoridades judiciales de otros países quienes solicitaran su ayuda, cosa que hicieron la fiscalía italiana y la alemana, pero ninguna más. Luis Pedroche, exjefe de la Agencia Tributaria, declaró que España solicitó la información de Falciani en febrero de 2010 después de que una fuente de la embajada gala les dijera que tenían los datos de evasores fiscales españoles. Falciani ha colaborado con Francia, Italia, Alemania, España y con EE UU. La última que se vió con portavoces estadounidenses fue el 1 de junio, un mes antes de su detención en Barcelona.

"Reitero mi disposición a colaborar integralmente con toda mi experiencia no solamente con las autoridades judiciales europeas, sino también con las principales interesadas, Suiza, Luxemburgo y otras más opacas", concluyó su alegato Falciani.

No dejan preguntar sobre Botín

Su defensa, dirigida por el veterano abogado Joan Garcés, que logró que detuvieran a Pinochet gracias a la denuncia que presentó ante la Audiencia Nacional, insistió en todo momento en la colaboración altruista que siempre ha prestado su defendido. Curiosamente, el único momento en el que el tribunal ha interrumpido a la defensa ha sido cuando Garcés empezó a preguntar sobre la fortuna regularizada en 2010 por el banquero Emilio Botín.

La defensa había llamado a declarar al ex secretario de Estado de Hacienda, Carlos Ocaña. Al insistir sobre la cifra regularizada y recaudada por Hacienda y plantear si "una sola familia" había aportado casi 200 millones de euros, un miembro del tribunal le cortó con un "ya es suficiente". Ocaña ha explicado que no recuerda si las cuentas de españoles rondaban los 6.000 millones. Eso sí, ha reconocido que la información fiscal que le dio Francia gracias a Falciani ha sido la más importante de este tipo que España ha recibido en su historia.

El fiscal Eric Montgolfier ha destacado en este aspecto lo ingente de la información que tenía Falciani, que su Fiscalía era incapaz de abordar ella sola. Estos datos impresos podrían llenar "un tren de mercancías".

Doble incriminación

Todo parece indicar que Falciani no será extraditado, decisión que comunicará la Audiencia en breve. La fiscal, Dolores Delgado, se opuso a la extradición al asegurar que no se da la doble incriminación, una condición necesaria para conceder la extradición (que los delitos por los que se pide la entrega tengan su equivalencia en el ordenamiento jurídico español).

La fiscal subrayó además los intereses ocultos de HSBC, que no presentó una querella criminal contra su exempleado hasta que este se puso a colaborar con las autoridades francesas. Para la fiscal, queda demostrado que HSBC es un "paraíso fiscal en sí mismo" sin necesidad de estar situado en un territorio offshore, como se conoce a los países en los que la opacidad financiera es total.

El 17 de diciembre de 2012 Falciani quedó en libertad con la obligación de comparecer cada tres días en la comisaría de policía más próxima a su domicilio mientras se tramita su extradición. Desde entonces vive oculto protegido por el CNI y la Policía española. Su intención es poder moverse libremente por Europa para volver a Mónaco y ver a su mujer y su hija, que tiene una enfermedad grave.

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