El Colegio de Ciencias Políticas afirma que la inviolabilidad del domicilio de los políticos "ha de ser respetada"

El Colegio de Ciencias Políticas y Sociología de la Región de Murcia "entiende y respeta" el auge de la participación política a través de manifestaciones y actos de protesta como consecuencia de la crisis, pero recuerda que la violencia "es siempre un límite infranqueable en los métodos políticos".
Escrache ante la sede del PP
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EUROPA PRESS
Escrache ante la sede del PP

El Colegio de Ciencias Políticas y Sociología de la Región de Murcia "entiende y respeta" el auge de la participación política a través de manifestaciones y actos de protesta como consecuencia de la crisis, pero recuerda que la violencia "es siempre un límite infranqueable en los métodos políticos".

Además, el Colegio explica que la libertad de voto de los representantes de la soberanía popular "ha de ser respetada, al igual que tiene que ser respetada la inviolabilidad del domicilio y el respeto a la esfera privada".

Esta postura es un "consenso de mínimos" establecido por los miembros de la Junta de Gobierno del Colegio en la reunión celebrada esta semana, según ha hecho saber a Europa Press el vicesecretario de Comunicación de esta institución, Antonio Pérez.

En este sentido, el Colegio no se posiciona ni a favor ni en contra de los denominados 'escraches' o protestas en las puertas de los domicilios de los políticos, pero considera que "hay límites", sin entrar a valorar si se han superado o no en algún momento.

En cualquier caso, el Colegio también ve positiva la implicación y el interés de la ciudadanía en el proceso legislativo", tal y como reflejan las distintas iniciativas legislativas populares que se están tramitando en el Congreso de los Diputados.

Posturas divididas

A título personal, como politólogo, Pérez considera que, si el 'escrache' tiene algo de malo es que "ha desviado el foco de lo importante, que era el debate sobre qué medidas tomar para atajar el problema de los desahucios".

De todas formas, Pérez cree que el método de los 'escraches' "no es violento ni ha vulnerado ningún derecho fundamental", y estima que las posturas en contra de los 'escraches' son "una exageración con algún punto de victimismo, en algunos casos, para desviar la atención".

En este sentido, Pérez entiende que los propios miembros de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) que participan en los 'escraches' se darán cuenta de que estas actuaciones "no les está favoreciendo, porque sólo se habla del método".

A su juicio, el debate se debería centrar en la Iniciativa Legislativa Popular presentada por la PAH, que el Gobierno central "no ha respetado en absoluto". De hecho, lamenta que la reforma que va a salir del Congreso de los Diputados "no recoge ninguno de los puntos básicos solicitados".

Ha valorado como "cicatera" la postura del Gobierno central, ya que la reforma que va a salir del Congreso "ni generaliza la dación en pago, ni establece alquileres sociales".

En Murcia, por ejemplo, Pérez ha apuntado que todas las manifestaciones "son un 'escrache' en la puerta del presidente Ramón Luis Valcárcel, porque todas pasan por la Gran Vía y todo el mundo le grita, sin que viva estresado por ello".

Valcárcel criticó esta semana que le habían gritado "asesino" miembros de la PAH durante una movilización, pero Pérez lo desmiente. Es más, pone en duda que el presidente murciano escuchara las consignas, porque había un grupo de 20 ó 30 personas de la Plataforma en una Gran Vía "llena de gente".

Postura en contra

Por el contrario, el profesor de Ciencia Política en la Universidad de Murcia, Ramón Villaplana, mantiene una postura más crítica a este respecto y dice no compartir la metodología de los 'escraches', aunque entiende sus motivaciones "perfectamente" porque la situación social y del país "es cada vez más angustiosa".

A su parecer, el problema de los 'escraches' es que las personas que se manifiestan "están invadiendo la esfera privada de los representantes públicos". Villaplana censura esta actitud porque toda persona "tiene derecho a mantener su intimidad, que es en todo caso inviolable".

Igualmente, cree que estas protestas "no favorecen la resolución del problema sino que, al contrario, los hacen más complicados y más difíciles de tratar".

De todas formas, insiste en mostrar su comprensión con los motivos de los protagonistas de los 'escraches', al detectar "una falta de implicación a nivel personal, y una falta de principios éticos y de dedicación que es exigible a los representantes públicos".

La gente piensa que los políticos "están haciendo una dejación de sus funciones y de sus obligaciones como representantes de los ciudadanos y personas indicadas para resolver los problemas que se presentan".

"Es comprensible que la gente piense que los políticos podrían hacer mucho más de lo que hacen, y que identifiquen una falta de actitud personal por parte de los políticos", añade.

Además, arremete contra algunas declaraciones que hacen los políticos diariamente, que en su opinión "no son nada acertadas" y lo que hacen es "avivar aún más la indignación de la gente".

Sea como sea, cree que la solución a los 'escraches' no puede ser "policial", sino que hay que resolver el problema "abordando el fondo de los problemas".

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