Barakaldo inicia la última fase de recuperación del vertedero de Tellaetxe, con una inversión de 972.200 euros

Se simplifica el protocolo en el pantano de Oiola tras constatar que "ya no se está produciendo ningún proceso de contaminación"

La localidad vizcaína de Barakaldo desarrollará próximamente la última fase del proyecto de recuperación ambiental del antiguo vertedero del Parque Tellaetxe, proyecto que cuenta con una inversión de 972.228 euros.

En concreto, los trabajos de esta fase consistirán en el sellado del talud existente para aislar completamente los residuos, así como en la recogida y tratamiento del agua de dos surgencias donde se ha detectado la presencia de las sustancias contaminantes.

La concejal de Disciplina Urbanística, Medio Ambiente, Sanidad y Consumo, Ana Belén Quijada, ha expuesto este viernes el proyecto a los grupos políticos municipales en el seno de una Comisión Informativa, tras explicar su contenido a la Asociación de Familias de Cruces.

Del total de 972.228 euros de inversión, alrededor del 60 por ciento serán aportados por el Gobierno vasco mediante una subvención y el resto lo asumirá el Ayuntamiento. Las diferentes actuaciones, que se ejecutarán por parte de empresas especializadas, saldrán a concurso público en breve y tendrán plazos diferentes, si bien se espera que en un año puedan concluir todas las intervenciones.

Según han destacado los responsables municipales, el proyecto va a permitir que los ciudadanos de los barrios de La Paz, en Cruces, y Gorostiza "puedan disfrutar sin ningún tipo de temor de la totalidad de este parque".

Los trabajos comenzarán con el traslado de los árboles de la zona que puedan ser trasplantados una vez hayan concluidas las obras. Paralelamente, se procederá a la construcción del vial de obra al pie del talud del vertedero y al desmantelamiento de las luminarias y la línea eléctrica.

Después, se iniciarán las labores de excavación al pie del talud con el fin de retirar el suelo contaminado, rellenarlo con tierras en buen estado e instalar varias capas a base de geodren, grava y geotextil que permitan el sellado del talud. Posteriormente se revegetará la zona para "devolverla en lo posible a su estado natural".

Con objeto de minimizar la afección que las aguas del vertedero pudieran originar sobre el subsuelo y las aguas subterráneas del Parque Tellaetxe, así como sobre el cercano río Castaños, se ha diseñado al pie del talud un sistema para depurar las aguas. En concreto, se va a instalar una caseta con un sistema basado en el carbón activo que eliminará cualquier residuo contaminante de las aguas y las devolverá a la red de saneamiento.

La actuación se llevará a cabo tras completar "una larga investigación e intervenciones que arrancan en 2010". En el parque se encontró entonces una surgencia de agua con trazas de HCH, más conocido como lindane, que desembocaba en el río Castaños. Se determinó que el origen de esta surgencia era una vaguada situada en la parte alta del parque, junto al barrio de La Paz, utilizada durante años como vertedero de todo tipo de residuos industriales.

El Gobierno vasco indicó la necesidad de realizar un estudio que abarcaba una superficie suficientemente amplia para ver qué había en el subsuelo, en la que aparecieron diferentes sustancias contaminantes, entre otras gases acumulados y HCH.

El estudio dictaminó que los residuos estaban debajo de uno de los campos de fútbol de hierba artificial de La Siebe a una importante profundidad, si bien la capa de aislamiento plástico del propio campo, así como el hormigón, hacían de freno suficiente para evitar cualquier riesgo a la salud de las personas. No obstante, era necesario extraer los gases con el fin de eliminar posibles peligros futuros, lo que el Ayuntamiento realizó recientemente mediante varias chimeneas.

OIOLA

Por otro lado, en la Comisión Informativa Ana Belén Quijada también ha puesto en conocimiento de los grupos políticos las últimas novedades en torno al pantano de Oiola.

Este embalse, situado en Trapagaran pero propiedad del Ayuntamiento de Barakaldo, ha estado sometido a "una vigilancia exhaustiva" desde la aparición en 2008 de restos de HCH "por debajo de los límites de consumo recomendados y antes de pasar por la depuradora de Basatxu, donde asimismo se trata el agua para eliminar este tipo de residuos", han explicado desde el Ayuntamiento.

El Departamento de Salud del Gobierno vasco inició entonces una investigación y estableció un protocolo de actuación por el cual, "cuando aumentaba el caudal de agua y como medida de extrema precaución a partir de cierto punto, se cerraba el suministro desde el pantano de Oiola ya que se pensaba que el aumento del caudal podía estar ligado al aumento de la presencia de HCH".

Las conclusiones de la investigación realizadas por los técnicos de la Agencia Vasca del Agua, URA, y la sociedad pública medioambiental Ihobe apuntaron al arroyo Ángela como posible foco de procedencia del HCH. "Se pensó, además, que podía tratarse de un episodio puntual producido por el vertido de algún residuo, y que poco a poco podía desaparecer el foco", han recordado.

Según ha relatado la edil, en una reunión de la Comisión de Seguimiento del pantano celebrada el pasado 14 de marzo, el Departamento de Salud del Gobierno vasco aseguró que "la progresiva desaparición del embalse de esta sustancia refuerza la hipótesis apuntada entonces referente a que podría darse un progresivo y definitivo agotamiento del foco".

Por un lado, ha señalado, se ha constatado una disminución de la concentración de HCH en el agua del embalse, de forma continuada, desde el inicio del episodio en 2008 hasta el momento actual, "hasta el punto de que durante los últimos dos años no ha vuelto a aparecer esta sustancia".

Además, los datos obtenidos a partir de febrero de 2012 muestran que, a partir de esta fecha hasta la actualidad, "aun habiéndose producido grandes picos de caudal como consecuencia de las intensas lluvias registradas en los primeros meses de 2013, estos picos no llevan asociado presencia de HCH".

Por ello y dado que "ya no se está produciendo ningún proceso de contaminación apreciable en las aguas del arroyo Ángela y, por tanto, en las del propio embalse de Oiola", se ha decidido simplificar el protocolo de actuación, de manera que se ha eliminado el caudal de seguridad del protocolo anterior y se ha decidido abrir de forma continuada el pantano, que "solo se cerrará si se detecta la presencia de isómeros de HCH por encima de 20 nanogramos por litro, como en cualquier embalse de Euskadi".

El Ayuntamiento ha asegurado a los vecinos que "pueden estar tranquilos" porque "el agua del pantano de Oiola es 100% segura y de una gran calidad, según los técnicos de Salud del Gobierno vasco, que son los competentes en la materia y quienes tienen los medios adecuados para medirlo".

Además, ha resaltado que el agua de Oiola "es actualmente y seguirá siéndolo en el futuro próximo, la más vigilada de Euskadi, porque en ningún otro pantano se tienen tantos mecanismos de control".

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