Lejos de frenarse, el éxodo de ciudadanos latinoamericanos desde Madrid a sus países de origen se ha acentuado durante el último año. Las cinco nacionalidades extranjeras que más se han reducido en la región corresponden a personas de origen latino: en enero de 2013 había 79.322 ecuatorianos empadronados en Madrid (un 20,1% menos que en enero de 2012), 47.229 peruanos (12,8% menos), 54.757 colombianos (12,1% menos), 17.599 brasileños (10,8% menos) y 39.643 bolivianos (10,1% menos), según el Informe de Población Extranjera elaborado por la Consejería de Asuntos Sociales.

Esta marcha masiva de latinoamericanos se viene observando desde hace dos años, pero ahora ha ganado intensidad. En el anterior padrón (que comparaba 2011 con 2012) los ecuatorianos bajaron un 14,8%; los peruanos, un 9,5%; y los colombianos, un 9,6%. "Se han unido dos factores: por un lado, la crisis que vivimos en España y no tiene fin; y por otro lado, más importante aún, la etapa de auge en que está entrando Iberoamérica, con países que acumulan prosperidad a un ritmo sin precedentes. Este éxito socioeconómico creciente de los países iberoamericanos atrae a su población", explica el sociólogo Salustiano del Campo.

Este efecto retorno, además, ha provocado que los marroquíes desbanquen a los ecuatorianos de la segunda posición entre las nacionalidades extranjeras más numerosas en Madrid. Ahora hay 87.077 personas procedentes de Marruecos censadas en la región (tras una leve caída del 2%). En cualquier caso, los inmigrantes más numerosos siguen siendo los rumanos, que superan ampliamente al resto, con 220.641 empadronados y se mantienen en un número estable (bajan solo un 0,2%).

En total, se han marchado de la comunidad un 4,5% de los inmigrantes que había hace un año, quedando la cifra actual en 1.000.108 personas. Aunque no todos los colectivos han sufrido este éxodo. De hecho, todavía siguen llegando ciudadanos procedentes de Europa Occidental y, sobre todo, de China. Estos últimos han aumentado un 3,9% en un año, hasta alcanzar los 48.998 habitantes. Por su parte, los europeos que más se trasladan a Madrid son, por este orden, ingleses, italianos y portugueses.

La marcha de los latinos y la llegada de europeos tiene una consecuencia directa en los distritos del centro de la capital: hasta el momento, el colectivo extranjero mayoritario en Chamberí era el ecuatoriano, pero ahora han sido desbancados por los italianos, según el informe regional. Los procedentes de Italia también son mayoría en Salamanca y en algunos barrios de Centro (Justicia o Sol) y de Arganzuela (Imperial o Las Acacias). Mientras, los franceses son mayoría en Hortaleza y algunas zonas de Barajas; y los alemanes son la colonia principal de Mirasierra (en Fuencarral). En los distritos periféricos (como Latina o Moratalaz), los ecuatorianos están siendo sustituidos por los rumanos.

Por otro lado, en el distrito Centro se concentran los originarios de Bangladesh (por su amplia presencia en Lavapiés), en Usera hay mayoría de chinos (sus calles están repletas de almacenes y comercios asiáticos), en Fuentelarreina, cerca de El Pardo, hay una colonia de filipinos (sobre todo, personal de servicio de los chalés) y en Los Jerónimos (Retiro) hay un núcleo mayoritario de estadounidenses.

En el resto de la región, la desbandada de inmigrantes también es generalizada. De los 20 municipios madrileños con más de 50.000 habitantes, solo tres han ganado población extranjera en el último año: Alcorcón (donde ahora hay un 8% más), Collado Villalba (con un aumento del 0,6%) y Parla (un 0,5% más). En esta última ciudad, uno de cada cuatro habitantes ya proceden de fuera (concretamente, el 26,2% de su población).

Por nacionalidades, los rumanos se han establecido principalmente en los municipios del Corredor del Henares (Alcalá, Coslada y Torrejón), en el sureste regional (Arganda y Rivas) y en las ciudades del sur metropolitano (Leganés, Alcorcón, Getafe, Fuenlabrada y Móstoles). Mientras, los marroquíes son mayoría en los pueblos del sur (la única zona de la región donde persiste la agricultura) y en la sierra oeste. En cambio, la sierra norte se ha convertido en territorio de europeos occidentales, con colonias de franceses en La Acebeda o El Atazar, de ingleses en Venturada y de alemanes en Madarcos.