Cantabria No Se Vende (CNSV) celebra "con reservas" la prohibición del fracking o fractura hidráulica pues teme que la ley aprobada con este fin el pasado lunes en el Pleno del Parlamento regional sea "temporal" o pueda ser impugnada desde Madrid.

Así lo ha asegurado en un comunicado, en el que ha opinado que la aprobación de la ley que prohíbe el uso de esta técnica extractiva de gas no convencional es una "victoria momentánea" y ha advertido de que tanto el presidente de Cantabria, Ignacio Diego, como el consejero de Medio Ambiente, Javier Fernández, "no descartan" revisarla cuando "se den las garantías suficientes" o cuando el "marco jurídico sea más claro".

Además, Cantabria No se Vende ha recordado que los cuatro diputados nacionales del PP por Cantabria votaron en el Congreso de los Diputados en contra de prohibir el fracking en todo el país.

CNSV "duda" también de que la voluntad del Gobierno autonómico y los demás partidos del Parlamento "sea realmente firme" ya que, según ha apuntado, el permiso de investigación 'Arquetu' que afecta a la zona de Saja-Nansa, y que es competencia exclusiva de la Consejería, "no se aprobó solo" y tampoco ha sido impugnado.

Además, este colectivo ha advertido de que supone un "peligro" olvidar otros impactos del fracking más allá del riesgo del uso que hace esta técnica de aditivos químicos.

Ha resaltado que, además de esto, el uso de esta técnica supone el consumo "de ingentes cantidades de agua", tiene "terribles consecuencias" para la agricultura y la ganadería y puede afectar a la salud de las generaciones futuras con sus "múltiples impactos medioambientales".

A pesar de ello, Cantabria No Se Vende (CNSV) considera que la ley es "un logro de la lucha popular" que hay que celebrar.

Ha recordado que la lucha contra el fracking fue una de las campañas de confluencia en el semestre anterior del colectivo.