El presidente de Femetal, César Figaredo, ha destacado este martes en Gijón sobre la próxima negociación del metal que "o salimos juntos o mal camino tenemos". Así lo ha indicado, en rueda de prensa en la sede de la organización, en la que ha adelantado que no siempre con la bajada de salarios se aumenta la productividad, sino que se baja el coste.

Figaredo ha indicado que será en la mesa de negociación donde deberá discutirse estos temas. En este sentido, Femetal baraja la fecha del próximo 19 de abril para convocar a los sindicatos a negociar el convenio, que está ya en situación de ultraactividad al haber caducado.

Asimismo, ha indicado que este no tiene por qué tener de referente el que se apruebe en ArcelorMittal, a lo que ha añadido que es la situación económica en la región, el país y Europa la que marcará la toma de decisiones.

Sobre ArcelorMittal, ha indicado que la compañía pertenece a la Junta Directiva de Femetal, por lo que tienen el "máximo" respeto por las decisiones que adopte el órgano directivo. En todo caso, ha apuntado que es de tal tamaño que no podría dar una opinión sobre esta. Sí que ha dejado claro que desean que se llegue a un acuerdo con los sindicatos, se firme el convenio y se sigan haciendo inversiones para que las plantas asturianas sean más competitivas.

Preguntado por Suzuki, ha indicado que desde Femetal ya se sabía desde hace tiempo los problemas por los que atravesaba, ya que perdía dinero y aún así se siguieron aumentando los salarios en los últimos tres o cuatro años.

"No es una decisión repentina", ha apuntado sobre la marcha de la empresa de Gijón. "Se venía a venir", ha incidido antes de resaltar la "tremenda" caída de ventas de motos. "A veces vale más las horas de trabajar, que perder el trabajo", ha sentenciado.

En cuanto a las medidas de los Gobiernos regional y nacional, ha apuntado en el primer caso que el presidente asturiano, Javier Fernández, "no tiene una tarea nada fácil", por la situación de minoría en la que se encuentra. Dicho esto, ha destacado que está poniendo lo mejor que sabe para gobernar.

Respecto a la Administración estatal, ha indicado que las decisiones del Gobierno Central están siendo "malas para todo el mundo, aunque son acertadas". Ha incidido en que estas ya se adoptaron en Europa hace cinco años, cuando comenzó la crisis. Según él, los gobernantes toman decisiones pensando en el bien del país. "No creo que a nadie le guste subir impuestos", ha asegurado.

Unido a ello, ha reclamado la necesidad de un pacto político entre los dos grandes partidos para crear un marco estable legal para que el empresario sepa en qué campo se juega, en lugar de estar modificando leyes cuando cambia el signo político del Gobierno. "No tienen sentido del Estado, ni de mercado único", ha lamentado, antes de insistir en que no debería haber cambios ni en normativas energéticas, ni en la educación ni en el mercado.