La población de estorninos en Huesca se ha reducido gracias a la poda de árboles y al vuelo de aves rapaces. En otoño se contabilizaron en la ciudad 14.000 estorninos y ahora quedan 500. El Ayuntamiento de la capital oscense ha hecho un balance positivo de los nuevos sistemas que se han puesto en marcha, a la espera de lo suceda el próximo otoño.

Durante años se han adoptado varias medidas para ahuyentar a los estorninos, con robots, disparos y otros sistemas. Han llegado a vivir en Huesca más de 140.000 ejemplares con las consiguientes afecciones a causa de la suciedad y excrementos.

En octubre, el consistorio empezó a combatir a los estorninos con un nuevo sistema. Tres águilas Harris, Danzante, Sartorio y Guara, han realizado más de 100 vuelos al atardecer para evitar que los estorninos acudieran a los dormideros del parque Miguel Servet.

Este método se ha combinado con disparos subsónicos por los parques y calles y con la poda de más de 5.000 árboles por toda la ciudad y en zonas verdes como el pinar del Hospital Provincial y el Miguel Servet, además de 43 sesiones de pirotecnia, entre otras medidas.

El proceso para vecinos de determinadas zonas de Huesca no ha sido agradable por lo que el consistorio ha agradecido la comprensión. El concejal del área de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Huesca, José Miguel Veintemilla, ha indicado en rueda de prensa que "los estorninos pintos, prácticamente, ya no están en el núcleo urbano. Queda algún grupo de estorninos negros y de grajillas, que son más inmunes a las actuaciones y habrá de combatirlos de forma más contundente", ha detallado.

El concejal ha señalado que "el conteo realizado a final de año nos lleva a decir que desde el mes de diciembre no ha variado la situación y estamos por debajo de los 500 estorninos".

Los estorninos han ido paulatinamente desplazándose de los dormideros hacia fuera de la ciudad y ahora, cuando se inicia el periodo de migraciones, sólo quedan unos 500. El año que viene se continuarán estudiando medidas para evitar que regresen.