Alrededor de una veintena de personas ha irrumpido en el Parlamento de Extremadura al finalizar el acto institucional de conmemoración del Día del Pueblo Gitano para reclamar la puesta en marcha de la Renta Básica en la región extremeña.

Al grito de 'En Extremadura, Renta Básica' o 'El pueblo unido jamás será vencido', esta veintena de personas ha entrado en la Sala de Autonomía del Parlamento regional, donde acababa de celebrarse este acto institucional, hasta que han sido desalojados por personal de la Cámara y agentes de la Policía Nacional.

Uno de los participantes en esta protesta, miembro del 'Campamento Dignidad', Rafael González, ha explicado que la intención que perseguían al entrar en el Parlamento regional era "pedir a los miembros del Gobierno de Extremadura" que se reúnan con representantes de este colectivo para tratar sobre la Ley de Renta Básica.

Para González, la Plataforma para la Renta Básica son "interlocutores válidos" para tratar sobre este asunto con el Gobierno regional, ya que logró recoger 26.000 firmas en Extremadura en apoyo de la Iniciativa Legislativa Popular que se presentó para reclamar esta ayuda. "Y no se nos está teniendo en cuenta".

Rafael González ha lamentado que no hayan obtenido respuesta en su petición de reunirse con el Gobierno de Extremadura, sino que únicamente les "han echado" del Parlamento regional y les han pedido sus datos.

Derecho a protestar

Posteriormente, a preguntas de los periodistas, el consejero de Salud y Política Social, Luis Alfonso Hernández Carrón, ha apuntado que en democracia, "los ciudadanos tienen derecho a protestar y a manifestar su discrepancia", pero ha recordado que "ese derecho alcanza y limita cuando invade el derecho y la libertad de otros ciudadanos".

Finalmente, el presidente del Parlamento de Extremadura, Fernando Manzano, ha quiero expresar su disculpas hacia el pueblo gitano debido a este "altercado" producido cuando se encontraba celebrando en la Cámara legislativa el acto Institucional del Día Internacional del Pueblo Gitano.

Para Manzano, este "altercado en sede parlamentaria" constituye a su juicio "una absoluta falta de respeto al pueblo gitano, y a lo que se estaba celebrando en esos momentos" en el Parlamento.