José Sacristán asegura que "ser actor en España es como ser torero en Islandia"

  • Considera que el trato que el trato que reciben los actores "no es justo".
  • "En muchos casos, no es que las películas no funcionen, sino que no se ven, porque la distribución se halla en manos contrarias a nuestros intereses", asegura.
  • José Sacristán hizo estas declaraciones tras recoger el Roel de Honor a la trayectoria profesional que concede la Semana de Cine de Medina del Campo.
El actor José Sacristán posa a la entrada del Auditorio Municipal de Medina del Campo (Valladolid) antes de recoger hoy el Roel de honor.
El actor José Sacristán posa a la entrada del Auditorio Municipal de Medina del Campo (Valladolid) antes de recoger hoy el Roel de honor.
Inés Morencia / EFE
El actor José Sacristán posa a la entrada del Auditorio Municipal de Medina del Campo (Valladolid) antes de recoger hoy el Roel de honor.

El actor José Sacristán, que recogió el domingo el Roel de Honor que concede la Semana de Cine de Medina del Campo a la trayectoria profesional, ha asegurado que "ser actor en España es como ser torero en Islandia", ya que considera que el trato que reciben "no es justo". Sacristán ha lamentado "el trato que dan algunos medios a los profesionales del cine" y ha hecho referencia a la opinión vertida por algunos de ellos tras los últimos premios Goya "con muy mala leche a la hora de interpretar lo que sucedió allí".

"De esa forma se crean corrientes de opinión en las que se pierde la más mínima objetividad, porque se tiran a degüello a por algunos, ya que siempre son una, dos o tres películas las que tiran del carro y, este año, ha sido Lo imposible, pero ha habido otras como Grupo 7 o Blancanieves que han funcionado muy bien", ha dicho.

El principal problema, según Sacristán, es que "en muchos casos, no es que las películas no funcionen, sino que no se ven, porque el mecanismo de distribución se halla en manos contrarias a nuestros intereses".

El actor madrileño ha hecho referencia también a la escasa apuesta que se hace por la cultura: "si se hace un cálculo proporcional entre el número de habitantes y el número de representaciones que se contratan, éste es ridículo, de lo que se deduce que a la gente le importa muy poco".

A pesar de ello, se da "con un canto en los dientes", porque incluso puede "elegir" los trabajos que realizar en época de crisis "en la que se ha terminado con compañías enteras", de ahí que haya mostrado su "admiración, respeto y solidaridad", hacia la gente que sigue apostando por las artes escénicas. Muchos de ellos son gente joven, que comienza con mucha ilusión "y que hacen rejuvenecer cuando se trabaja a su lado", por eso ha apostado por un joven cineasta como Carlos Vermut, que dirigirá a Sacristán en el que será su segundo largometraje tras Diamond Flash, el cual comenzará a rodarse este verano.

Un nuevo proyecto que llena de "ilusión" al veterano actor, quien ha confesado que sigue "disfrutando" de la actuación como cuando empezó, hace más de 50 años, ya que, cada vez que sube a un escenario continúa "echando mano del crío" que fue y vuelve a "jugar una y otra vez".

Sacristán ha valorado la importancia del corto en el cine, "ya que a veces es más difícil contar historias en un cortometraje que en un largometraje y, ahora ya no se pretende contar en diez minutos lo que algunos no habían podido hacer en 60 años de forma pedante ni existe la necesidad de utilizar símbolos". De hecho, él ha participado en un corto, Paseo, de Arturo Ruiz, del que se siente "muy orgulloso", y que ha considerado como una obra "bellísima, con un gran argumento" que le proporcionó, además, "muchos premios", con lo que ha incidido en la importancia de los festivales como el medinense, "que contribuyen a fomentar el cine desde sus inicios".

Sacristán también hizo sus pinitos como director y trabajó detrás de las cámaras en tres películas -Soldados de plomo, Cara de acelga y Yo me bajo en la próxima, ¿y usted?" pero no se ha planteado recuperar esa faceta "porque cada vez es más difícil hacer una película y hay que peregrinar y mendigar mucho".

"Mientras el actor Sacristán tenga trabajo, el director Sacristán se quedará en casa", ha añadido el de Chinchón, quien ha dirigido a la sociedad la pregunta de "por qué la cultura siempre es la principal afectada cuando hay que hacer recortes y por qué se consiente la corrupción y el cutrerío de los políticos en vez de buscar mecanismos de defensa contra ello".

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