El presidente de Renfe, Julio Gómez-Pomar, confía en que, a lo largo de este sábado, se pueda liberar el tramo de vía donde el viernes por la tarde se produjo el descarrilamiento del tren de Feve, en las proximidades de la estación de Casar de Periedo para restituir el servicio ferroviario entre Santander y Cabezón de la Sal.

Durante una visita realizada a la zona del accidente, Gómez-Pomar ha explicado a los periodistas que, sin embargo, "no puede" dar un tiempo exacto pues las dificultades para acceder a la zona son "tremendas".

A preguntas de los periodistas, el presidente de Renfe, que se trasladó anoche a Santander para interesarse por los heridos, ha señalado que en estos momentos se está analizando cuál es la "mejor manera de proceder".

En este sentido, ha dicho que es "posible" que haya que desguazar todo el material del tren repartido en la zona en la propia vía y ha explicado que se está intentando facilitar un acceso para que las grúas puedan llegar.

Hasta que se restablezca el servicio ferroviario, se ha puesto a disposición de los usuarios un autobús que, con la misma frecuencia que lo hace habitualmente el tren, está cubriendo la distancia entre las dos estaciones más inmediatas a la zona del accidente, que han quedado incomunicadas por vía férrea tras el descarrilamiento.

"un accidente que no se ha podido evitar"

Por otra parte, Gómez-Pomar ha atribuido a las condiciones climatológicas el descarrilamiento y ha insistido en que "todo hace pensar en que ha sido un accidente que no se ha podido evitar".

Ha subrayado que el tren circulaba a la velocidad adecuada y que el maquinista se encontraba en "perfectas condiciones".

En declaraciones realizadas ya anoche a esta agencia, el presidente de Renfe ya confirmó que la prueba de la alcoholemia que se le había realizado había sido negativa.

Precisamente, Gómez-Pomar, tras visitar la zona, se ha entrevistado con el maquinista, según ha informado Renfe, para agradecerle la atención prestada a los pasajeros heridos, tres de ellos de gravedad.

Gómez-Pomar ha opinado que, dentro de la "fatalidad", ha habido la "suerte" de que ningún convoy cayera al río Saja —uno de ellos estuvo a punto pero fue frenado por unos árboles—.

Ha explicado que se trata de una zona en la que el río tiene una profundidad de unos tres metros y la corriente tiene "fuerza", con lo que, en caso de caer el convoy, el accidente "hubiera sido una terrible desgracia".

El presidente de Renfe ha agradecido el comportamiento y la "rápida reacción" de los servicios de emergencias y de la Policía Local de los ayuntamientos afectados, además del trabajo de los operarios de Renfe y Adif para restablecer el servicio lo antes posible.

Gómez-Pomar viajó en avión anoche a Santander y, posteriormente, se dirigió a Valdecilla para interesarse por los heridos y poder hablar y transmitir su apoyo a los familiares de los tres heridos que hay con carácter reservado.

El presidente de Renfe ha confiado en que su evolución sea "satisfactoria".