Unos 3.000 vecinos del municipio cordobés de Villanueva de Córdoba se han concentrado la tarde de este viernes en la plaza del Ayuntamiento en señal de apoyo a la familia del joven, M.A.P.R., de 23 años, que falleció el lunes después de que su coche cayera al río Yeguas, en el término de Fuencaliente (Ciudad Real), a causa del desprendimiento del puente sobre el río en la N-420, debido a las intensas lluvias caídas en los últimos días, y que se cobró la vida de otro conductor más.

Según ha informado el primer edil, Francisco Javier Arenas, a Europa Press, alrededor de 3.000 personas se han unido al dolor de la familia, presente en un acto en el que también se ha leído un manifiesto de apoyo a la misma y en el que se reivindica medidas para que no sucedan más este tipo de sucesos. Igualmente, se han guardado dos minutos de silencio, uno por cada una de las víctimas.

Por su parte, la familia del joven demandará al Ministerio de Fomento por las condiciones de la carretera, para la que tienen "todo el apoyo" del Ayuntamiento, porque "están en su derecho", dado que "habrá que depurar la posible negligencia", ha apostillado Arenas.

En este sentido, el alcalde ha reiterado que el Ayuntamiento "va a ofrecer todo su apoyo a la familia y se pone a disposición de la misma en su intención de emprender acciones legales para que se depuren responsabilidades por posibles negligencias en la conservación de la carretera".

Entretanto, la familia ha recibido telegramas de pésame desde el Ministerio de Fomento y la Delegación del Gobierno en Castilla-La Mancha después de que el joven falleciera tras llevar a su novia, natural de Torrecampo (Córdoba), a su puesto de trabajo en el balneario de Fuencaliente y regresaba cuando sucedió el accidente.

"súbita crecida del cauce"

Por su parte, el Ministerio de Fomento atribuye a la "súbita crecida del cauce" del río Yeguas el hundimiento de los puentes en la N-420, lo que provocó la muerte de los dos conductores. El director general de Carreteras del Ministerio de Fomento, Jorge Urrecho, ha explicado que la carretera no está "abandonada", como han criticado los vecinos, y que el día anterior a la tragedia fue inspeccionada sin que se detectaran anomalías.

El primer hundimiento del firme ocurrió el pasado 8 de marzo en uno de los puentes —que en realidad son pasos de drenaje— y se detectó coincidiendo con unas obras. Por ese motivo, se decidió cortar el tráfico en ambos sentidos hasta que se habilitó un desvío por un tramo de la antigua carretera, que circula en paralelo.

Al respecto, el responsable de Carreteras ha recordado que estos pasos de drenaje se construyeron según la legislación vigente y que han contado "con todos los informes favorables" durante los más de 20 años desde que se remodeló la N-420.