Los universitarios catalanes tendrán que demostrar un nivel suficiente de una tercera lengua al acabar sus estudios -además del castellano y el catalán-, que en el caso del inglés tendrá que ser el B-2 o el First Certificate, a partir del próximo curso 2013-2014. De hecho, en algunas facultades, como la de Derecho de la Universitat de Barcelona, ya se exige en tercero tener el título del First.

Así lo ha avanzado este jueves el consejero de Economía y Conocimiento de la Generalitat de Cataluña, Andreu Mas-Colell, durante su intervención a la Comisión de Enseñanza y Universidades del Parlament de Cataluña.

Mas-Colell ha considerado que así se garantizará que "de una vez por todas, la garantía que ningún titulado universitario" tenga problemas con la lengua inglesa u otra al acabar sus estudios de grado, una fórmula para intentar revertir el tradicional déficit de inglés de la población estudiantil.

Si la propuesta prospera, los universitarios deberán demostrar tener un nivel B2 que, en el caso del inglés es lo equivalente al First Certificate of English (FCE), al finalizar su grado de cuatro años, aunque no ha concretado cómo se acreditarán estos conocimientos.

El consejero ha cuantificado que el incremento de las tasas universitarias y los recortes de sueldos y de personal realizadas por las universidades públicas ha permitido en estos centros compensar un 7% del 20% total (160 millones de euros) que el gobierno catalán ha recortado al sistema en el periodo 2010-2012.

Mas-Colell ha avisado que "la adaptación (de las universidades públicas) tendrá que continuar puesto que la situación económica y fiscal no mejora", por lo que ha augurado nuevos recortes en el sistema universitario catalán.

No obstante, no ha cuantificado el porcentaje que tendrán que soportar las universidades catalanas públicas, seguramente debido a que el gobierno catalán todavía no ha elaborado sus presupuestos a la espera de conocer el techo de déficit que se le impondrá desde el Gobierno.

La nueva política de incremento de las tasas universitarias ha supuesto este curso unos ingresos de 53,5 millones de euros para la Generalitat, que ha dedicado el 25% de esta cifra (unos 23 millones) a becas propias.

Este incremento de precios ha provocado un descenso en las matrículas de máster del 8,5%, aunque el consejero ha opinado que "es aventurado decir si este descenso se a causa a los precios".

En cuanto al mapa de la oferta de estudios universitarios, el consejero ha sorprendido al proponer incrementar la oferta de Humanidades y Lenguas, que en Cataluña suponen el 6,5% del total, un porcentaje que supone casi la mitad del que se ofrece en las universidades de la Unión Europea (12%).

"Estaría bien que tuviéramos más estudios de este tipo", ha considerado Mas-Colell, a pesar de que estos grados no suelen tener una salida laboral tan fácil como otros más técnicos, como las ingenierías, frecuentemente más alabadas y potenciadas por este aspecto por parte de los responsables políticos.

Asimismo, ha anunciado que la ponencia para el estudio del gobierno de las universidades catalanas ya ha presentado sus propuestas, entre las cuales destaca la creación de patronatos para gobernar estos centros, la reducción de sus estructuras internas, la creación de una agencia para la financiación de las universidades públicas y una política de personal más abierta y con más movilidad, entre otros.

La mitad de las conclusiones se pueden impulsar en el ámbito catalán, según ha indicado el consejero, pero el resto dependen de la autorización del Gobierno de Mariano Rajoy.

Mas-Colell ha indicado que el gobierno de las universidades se contempla en los acuerdos de gobierno de CiU con ERC, de forma que un número importante de las propuestas de la ponencia podrían ponerse en marcha sin mayor complicación política para el ejecutivo de Mas.