La primavera tiene una cita "en blanco" en el Valle del Jerte

  • La floración suele producirse entre el fin de marzo y el inicio de abril.
  • El paisaje enfrenta gargantas estrechas con colinas de terreno abierto y luminoso.
  • Otra visita entre mayo y julio nos mostrará el valle en verde y rojo.
El Valle del Jerte.
El Valle del Jerte.
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El Valle del Jerte.

Si la belleza natural tiene calendario en España, la floración de los cerezos en el Valle del Jerte tiene fecha y lugar remarcado. La floración suele producirse durante la segunda quincena de marzo, aunque esta fecha puede cambiar dependiendo de las condiciones climatológicas que haya habido en invierno. Su duración media es de diez días, en los que acercarse a estos parajes es el encuentro con la naturaleza en su momento de belleza más expresiva.

El Valle del Jerte aglutina once municipios enclavados en un tesoro natural cuya visita es obligada al acercarse la primavera. Su paisaje presenta gargantas estrechas y oscuras que se precipitan al vacío en contraste con grandes extensiones de colinas con terreno abierto y luminoso.

Para ver la floración conviene hacer –entre marzo y abril– un recorrido por todos los pueblos que componen del valle. Se recomienda uno que sale de Valdestillas y pasa en este orden por Piornal, Barrado, Cabrero, Casas del Castañar y El Torno para culminar en Rebollar. Existe otra alternativa que es seguir la N-110 paralela al río desde Navaconcejo, al Puerto de Tornavacas.

Podemos regresar al Jerte entre mayo y julio para verlo con otros tonos. En la época de recogida de la fruta encontraremos el valle ya no blanco sino verde y rojo, e incluso jugando con el negro de las cerezas maduras. Además se podrá ser testigo de cómo cientos de trabajadores recolectan el fruto pieza a pieza con verdadero mimo.

Ante la masiva llegada de viajeros cada primavera, el Valle del Jerte ha apostado en los últimos años por el turismo rural. Por toda la mancomunidad pueden encontrarse viejos caserones adaptados a este nuevo negocio de respetuosa explotación de la naturaleza, fuente de riqueza desde que el Jerte existe.

Y todo gracias a la cereza, cultivada al menos desde 1352 y vigilada por un consejo regulador que certifica la calidad de toda la cosecha y garantiza la Denominación de Origen Protegida Cereza del Jerte. Son las famosas picotas, exclusivas de la zona, del vecino Valle del Ambroz y la comarca de La Vera.

Existen cuatro categorías: la ambrunés, la pico negro, la pico limón negro y la pico colorado. Todas crecen sólo aquí y eso que se ha intentado exportar el fruto rojo fuera del valle, pero no ha dado buen resultado. Por algo será...

Fuente: Guía Repsol. Rutas, mapas, restaurantes … ¡Planifica con nosotros tu viaje!

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