Mikel Carrera Sarobe alias ‘Ata’ cogió a Raúl Centeno de la nunca con su mano izquierda, le agacha contra el salpicadero y le dispara en la cabeza. El agente está malherido y apenas puede oponer resistencia. “Vi al asesino hacer un gesto de retroceso y basculó hacia la parte de su cabeza alargando el otro brazo y oí una detonación y vi salir una pequeña nube de humo por la puerta del vehículo. Creo y estoy casi seguro… que el hombre cogió a la víctima con su mano izquierda y disparó con su mano derecha"

"Entonces contemplé a través del parabrisas como el torso de la víctima se desploma lenta y progresivamente. Los pies seguían tocando el suelo, se levantaron de golpe, temblaron un instante y después las piernas no volvieron a moverse. Fue en ese mismo momento cuando me di cuenta de que acababa de presenciar un asesinato”. Este es el relato de uno de los testigos del atentado que ETA perpetró en Capbreton el 1 de diciembre de 2007, cuyo juicio ha comenzado este martes en París (Francia).

Ante el juez se sientan siete etarras. Tres de ellos: Mikel Carrera Sarobe, 'Ata', acusado de asesinar a los guardias civiles Raúl Centento y Fernando Trapero; Saioa Sánchez Iturregui, 'Hintza'; y Asier Bengoa López de Armentia 'Pagadi', están acusados de perpetrar el doble crimen. Son los tres terroristas que coincidieron esa fría mañana de diciembre con los dos guardias civiles en una cafetería.

Los otros cuatro están acusados en calidad de dirigentes de la banda y por prestar ayuda en su huida a los tres terroristas de la cafetería. Se trata de Garikoitz Aspiazu Rubina, 'Txeroki', Eider Uruburu Zabaleta, Ibón Goieaskoetxea Arronategi e Iratxe Sorzábal Díaz. Esta última esta huida y es la paraja de 'Ata', además de la madre de la hija que los dos tienen en común. Sorzábal es la actual jefa de ETA.

El juicio durará 24 días, hasta el 26 de abril. Los familiares de los guardias civiles se han constituido en acusación particular en este juicio y solicitan la cadena perpetua para los tres terroristas. En la primera jornada del juicio, 'Ata', el último gran jefe militar que ha tenido ETA hasta su dentención en mayo de 2010, entró en la sala del tribunal gritando un sonoro 'Gora ETA'.

Los dos agentes fueron tiroteados dentro de su coche camuflado, cuando ya habían abandonado la cafetería. Fernando Trapero, de 23 años, recibió un único disparo en la cabeza que le dejó en coma irreversible. Fallecería cuatro días después. Raúl Centeno, de 24 años, recibió dos balazos y falleció en el acto.

Según los informes policiales, Centeno consiguió salir del coche tras el primer disparo. "Bajó del vehículo después del primer disparo, se mantuvo de pie apoyado en el larguero que separa las dos puertas izquierdas”. Los mismos informes que señalan que 'Ata' se tomó su tiempo tras el primer tiro. Con Centeno malherido, se puso detrás suyo y le disparó en la cabeza a bocajarro.