La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Asturias (TSJA) ha acordado este lunes la "inmediata puesta en libertad" del único condenado por el asesinato hace tres años de Juan Carlos Roces, de 45 años, propietario de la cervecería Carvi de Gijón.

En un auto comunicado a las partes, el TSJA considera que José Antonio López Llorca, que fue condenado a 18 años de prisión por un delito de asesinato en un juicio con jurado celebrado hace cuatro meses, debe ser absuelto "porque se vulneró el derecho a la presunción de inocencia".

La sección octava de la Audiencia Provincial de Asturias le impuso esa condena el pasado 29 de noviembre después de que un jurado popular le encontrase autor de asesinato con alevosía.

La sentencia señalaba que la pena se imponía atendiendo a la superioridad del agresor por la tenencia y empleo de un arma blanca frente a la "víctima totalmente indefensa" y que era "proporcionada a la gravedad objetiva del hecho".

No obstante, la Sala Civil y Penal del TSJA ha decidido revocar esa sentencia al estimar íntegramente el recurso interpuesto por la defensa de José Antonio López Llorca, que fue objeto de vista el pasado 20 de marzo.

Con esta decisión queda anulado el veredicto en el que se decidió su culpabilidad el pasado 21 de noviembre por mayoría de los integrantes del jurado de siete votos a favor y dos en contra.

Durante la vista oral, el condenado por la muerte en la cervecería Carví de Gijón, cuyo propietario murió de diecinueve puñaladas, negó los hechos que le imputaba la Fiscalía y sólo respondió a las preguntas de su abogado defensor.

El imputado, que fue detenido en Tenerife en junio del 2010, tres meses después de que fuera declarado prófugo, admitió conocer a la víctima y frecuentar el establecimiento, pero negó ser el autor del crimen.

En el juicio que declaró la culpabilidad de López aseguraba que este había asesinado con alevosía a Roces, tras haber estado tomando consumiciones con él en el bar.

La versión que convenció al jurado aseguraba que el acusado regresó a la cervecería poco después, que se encontraba cerrada al público y donde únicamente permanecía dentro el propietario.

Dicha versión afirmaba también que López  realizó varias llamadas a prostitutas desde el teléfono fijo del bar y desde su propio móvil. Salió del local hacia la una menos veinte de la tarde para recargar su teléfono en un quiosco de la calle Emilio Tuya, según había informado la Fiscalía.

Sobre la una menos diez, el acusado volvió a la cervecería y, en un momento determinado, hacia las 01.00 horas, "sin que conste el motivo y con la intención de acabar con la vida de Juan Carlos Roces, cogió un cuchillo o un instrumento similar que se encontraba en la barra del bar y "de forma inesperada, se lo clavó con gran fuerza a Juan Carlos Roces Gómez, cuando éste se encontraba sentado de espaldas".

La víctima "no tuvo ninguna oportunidad ni posibilidad de defenderse debido al sorpresivo y súbito ataque efectuado por el acusado", rezaba el veredicto.

El fallo ahora recurrido aseguraba que "tras el crimen", el acusado viajó o a Tenerife, a cuya vuelta  fue detenido por la Policía e ingresado en prisión provisional.