Un grave accidente químico, un gran incendio como el de Rasquera, un eventual seísmo en la Garrotxa o una nevada como la de 2010 pueden paralizar el país. Es en estos casos cuando el camión todoterreno de Protecció Civil resulta vital, pues se transforma en un centro de coordinación de emergencias con la más avanzada tecnología.

"Ya no hay grandes catástrofes, pero la sociedad es más vulnerable a todo", explica a 20 minutos el subdirector general de Coordinación y Gestión de Emergencias de Catalunya, Sergio Delgado, sobre todo por la dependencia de las nuevas tecnologías y de la electricidad.

Es por eso que el camión cuenta con dos generadores y puede funcionar 48 horas sin parar. Además, dispone de sistemas de comunicación por satélite para no depender de la red convencional, aunque mantener tanta tecnología dentro de un todoterreno cuesta cada año 18.000 euros.

El vehículo, de cuatro metros de alto y 10 de largo, tiene un sistema hidráulico para desplegar la parte posterior y hacerla más ancha, como si de un transformer se tratara. Protecció Civil lo tiene desde 2010 gracias a la Obra Social La Caixa, que entregó a cada comunidad autónoma un vehículo, valorado en un millón de euros.

Una vez abierto, se convierte en un centro de mando avanzado con 30 metros cuadrados distribuidos en una sala operativa con espacio para cinco operadores y una sala técnica y de reuniones, donde se toman las decisiones estratégicas y desde la que se puede conectar por videoconferencia con la sede central.

Para ello, dispone de las aplicaciones informáticas y de los sistemas de comunicación de Bombers, Mossos d'Esquadra, SEM, Agents Rurals, Cruz Roja y, obviamente, Protecció Civil.

El camión cuenta también con estación meteorológica, cámara de vigilancia exterior con visión por infrarrojos, televisión por satélite, receptores de imágenes de helicópteros, megafonía... e, incluso, una pequeña nevera y un microondas.