El actor, director, guionista y escritor Albert Espinosa reivindica las segundas oportunidades de la vida, la verdad y la sinceridad en su última novela Brújulas que buscan sonrisas perdidas (Rosa dels Vents/Grijalbo), en una historia que gira en torno a las cinco mujeres de la vida del protagonista.  

Espinosa ha explicado que la historia gira alrededor de entender la vida y cómo a veces es necesario salir de la vida para volver a entrar, dándose una segunda oportunidad, algo que no es difícil de hacer, ha dicho.

La muerte de la mujer del protagonista y la frustración laboral de éste, Ekaitz, activan una búsqueda de segundas oportunidades en la vida para "reencontrar sueños, sonrisas y amores perdidos", así como volver al mundo y perdonar a los demás, ha explicado.

Espinosa, que padeció una larga enfermedad, ha asegurado que en la vida son muchas las personas que decepcionan a los demás, pero que, por encima de esto, es importante ser comprensivo, siempre pensando que si uno no se entiende ni a sí mismo tampoco puede juzgar a los demás.

La historia transcurre durante cuatro días y está ambientada en Buenos Aires y en otra localización que el autor no desea desvelar para dejar a los lectores el gusto de adivinarlo, aunque ha remarcado que podría tratarse de cualquier pueblecito al lado de un lago.

Esta novela ha nacido a raíz de la anterior Si tú me dice ven lo dejo todo pero dime ven (Grijablo), cuya gira le condujo por 21 países permitiéndole escribir en sendos hoteles las líneas de este libro, que a la vez nace de un cuadro pintado por un amigo menorquín, que constituye la portada.

"Esta es la novela que más he gozado escribiendo", ha asegurado el autor, para el que también es una historia de pérdidas y ganancias en una reivindicación de las emociones dentro de una sociedad marcada por la carencia de sacar a relucir los sentimientos, ha dicho.

Asimismo, también asegura que este libro es un "paso hacia adelante" respecto a sus anteriores novelas porque, para él, es la mejor que ha escrito literariamente, e incluso el autor augura que este Sant Jordi marcará un punto de inflexión respecto a los últimos diez años porque la gente está cansada de pesimismo, por lo que prevé mayores ventas de libros.

Aunque no es una novela influida por la crisis, Espinosa ha remarcado que la vida es una lucha constante, y que lo más importante es descubrir quienes están constantemente prestando su apoyo.

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