El recién elegido presidente de la Confederación de Organizaciones Empresariales de Castilla y León (Cecale), Santiago Aparicio, ha afirmado que espera que el plan de viabilidad que se desarrolla para la organización, que será "serio" y de futuro, esté listo a finales de abril o principios de mayo.

Aparicio, en un encuentro con los medios mantenido al día siguiente de su elección, ha explicado que el plan se elabora actualmente, no está completo, y no ha querido desvelar las líneas que contempla hasta que no se traslade a las organizaciones territoriales y sectoriales para que hagan sus aportaciones y después se someta a debate interno.

El presidente de la patronal castellanoleonesa, quien ha reconocido que en la Junta Directiva están "muy enfadados" porque no se da traslado de lo que se está haciendo en este sentido, ha aclarado que no quieren una "chapuza" sino que el plan sea "serio" y de "recuperación" que sirva para el futuro.

Junto al plan de viabilidad, Aparicio ha anunciado que se encargará una auditoría externa porque considera "lógico" saber en qué se ha fallado para aprender lo que se ha hecho mal, aunque ha aclarado que no ha detectado nada anormal, sino una gestión que no ha sido la "adecuada" para la organización.

Contribución a la deuda

En este marco, ha recordado que la deuda extraordinaria de Cecale actualmente es de unos 1.750.000 euros, cantidad que las organizaciones territoriales "asumirán íntegramente", para lo que ya han adelantado 60.000 euros.

Posteriormente, las aportaciones que se tengan que hacer se realizarán de forma proporcional según la fórmula de participación que tiene Cecale para las diferentes organizaciones, tanto para repartir fondos para programas como para contribuir a su sostenimiento.

Otra de las cuestiones que Aparicio tiene previsto llevar a cabo es la modificación de los estatutos de la organización, que quiere que se ajusten a los tiempos y vayan en consonancia con los "más modernos" de España como los de La Rioja o Navarra y que se adapten a los de la CEOE.

Santiago Aparicio ha abogado por unos estatutos "ágiles, sencillos" porque ahora son contradictorios, antiguos, interpretables, lo que ha provocado a veces situaciones "kafkianas".