Familiares y amigos han asistido este miércoles al entierro de un hombre que fue hallado muerto el pasado lunes en un banco público de Teruel, cerca de la chabola en la que vivía después de ser desahuciado, hace unos meses, del piso en el que vivía en régimen de alquiler.

El fallecido, Pedro Millana, conocido en la ciudad como Perico, murió "posiblemente de un fallo hepático pero su historial de exclusión social no ayudó nada", según ha explicado Juan Brovia, compañero de Millana en el sindicato CNT y en la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de Teruel.

Brovia ha criticado que el sistema actual expulsa a cada vez más personas a "los límites de la vulnerabilidad, que no es capaz de asegurar derechos tan elementales como el de una vivienda digna".

La plataforma, que el año pasado intentó evitar el desahucio de su compañero, denuncia, a través de un comunicado, que este hecho "agravó su ya delicada situación de exclusión social, en una espiral alimentada por problemas familiares, el desempleo y el alcohol".

Desde entonces vivía en una caseta de una torre eléctrica abandonada y salía adelante con las aportaciones de organizaciones sociales locales.

Los compañeros en la plataforma y el sindicato organizaron el traslado de los restos mortales hasta Guadalajara donde viven sus padres, de edad avanzada, y donde este miércoles ha sido enterrado.