El ex primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha salido este viernes del hospital de San Raffaele de Milán, donde fue ingresado hace una semana por problemas oculares que derivaron en otras complicaciones cardiológicas y de tensión.

Debido a esta hospitalización, Il Cavaliere, que abandonó el centro con una gorra y gafas de sol para no recibir luz directa en los ojos y que aseguró sentirse "cansado", no ha podido acudir a la primera sesión del Senado en la nueva legislatura que ha empezado este mismo viernes, ni tampoco a varias audiencias que han tenido que ser aplazadas.

De esta forma, sus abogados han alegado el legítimo impedimento para aplazar las vistas por el caso Ruby, en el que Berlusconi está acusado por abuso de poder y prostitución de Menores, y el de Mediaset, por fraude fiscal. Unas alegaciones que no parecen haber convencido a los jueces de Milán, quienes, a pesar de los certificados médicos, enviaron inspectores sanitarios al hospital para realizar un informe sobre las condiciones de salud del ahora senador.

Una decisión que provocó las críticas de algunos seguidores del ex primer ministro, que llegaron, incluso, a manifestarse frente al Tribunal de Milán para denunciar lo que consideran una persecución judicial contra Berlusconi. Mientras, su médico personal, Alberto Zangrillo, explicó que Il Cavaliere fue ingresado por uveítis (inflamación ocular), pero que, a causa de las medicinas, está siendo vigilado también a nivel cardiológico y de tensión.