La entidad Caja Rural de Zamora cerró el pasado año con un beneficio económico que se situó en los 1,2 millones de euros, por debajo de los cuatro millones alcanzandos en 2011.

No obstante, desde la entidad se ha subrayado estos "buenos resultados" teniendo en cuenta que durante la pasada campaña Caja Rural tuo que hacer frente a fuertes niveles de provisiones, del orden de 53 millones de euros, "especialmente del sector promotor".

Al respecto, el director general, Cipriano García, ha explicado que esta provisión "permite cumplir holgadamente con lo requerido por los reales decretos ley del Gobierno en esta materia".

"Solvencia" y "fortaleza" han sido los calificativos más repetidos durante la presentación de estos resultados ya que, según ha insistido el director general, se ha realizado "un esfuerzo continuado" con el proyecto de desarrollo socioeconómico "ligado" a los valores fundamentales de la entidad.

"Si siempre hemos sido prudentes y humildes, ahora si cabe aún más", ha subrayado García, quien ha descartado una posible fusión de la caja con otra entidad bancaria.

El volumen de negocio total ha ascendido a 2,4 millones de euros, aunque, "a pesar de las restricciones del mercado" la inversión nueva ha sido de 475 millones de euros.

"Nuestro nivel de liquidez ha sido reforzado en el pasado año, sin necesidad de recurrir a los mercados de capitales, ya que la base de nuestro negocio es la banca minorista de clientes particulares y empresas, todo lo cual supone disponer de unos volúmenes de liquidez del orden de 500 millones de euros", un 20,5 por ciento más que a finales de 2011", ha explicado el director general.

Caja Rural de Zamora cuenta con 215 empleados, una red de 81 oficinas en Zamora, León, Valladolid y Orense. De los empleados fijos, el 70 por ciento son titulados medios y superiores, y la media de edad ronda los 40 años, mientras que las mujeres son el 32 por ciento de la plantilla. En 2012, 75 personas se han formado en la entidad, 5 de la cuales ya están en plantilla.