Al menos 202 personas murieron el jueves por la explosión de tres coches bomba y dos ataques con al menos diez morteros en el barrio chií de Ciudad Sadr, en el este de Bagdad. Las autoridades han decretado el toque de queda indefinido en toda la ciudad.

El número de víctimas podría aumentar, ya que en estos momentos hay un total de 252 heridos. El atentado es el más sangriento desde el pasado invierno.

Los coches estallaron con un intervalo de 15 minutos cada uno a las 15 hora española. Uno de los suicidas quería estrellarse contra una comisaría.

Tras las explosiones, los vecinos del barrio, en su mayoría chiís, han salido a la calle para comprobar los destrozos, profiriendo insultos contra los musulmanes suníes.

En un mercado y una plaza

El primer automóvil iba cargado de explosivos y estalló en un mercado. El otro lo hizo en una plaza, mientras que varios proyectiles de mortero impactaron en el área de Mozafar.

Varias ambulancias se dirigieron a la zona para trasladar a los heridos, según los testigos testigos, que agregaron que los atentados causaron incendios, la destrucción de vehículos particulares y enormes daños materiales en tiendas.

Las mismas fuentes aseguraron que otras tres explosiones habían sorprendido a los vecinos de este barrio, habitado por más de dos millones de chiíes y uno de los más pobres de la capital.

Ciudad Sadr es considerado también el principal feudo de los seguidores del clérigo radical chií Muqtada Sadr, opuesto a la presencia de las fuerzas multinacionales en el país.

Diversas organizaciones árabes suníes de Irak han denunciado en varias ocasiones que de esa zona provienen los escuadrones de la muerte que han secuestrado y asesinado a miles de personas en los últimos nueve meses.

La violencia entre suníes y chiíes se desencadenó el pasado mes de febrero, tras el atentado que destruyó la cúpula de un santuario chií de la ciudad de Samarra, al norte de Bagdad.

Los chiíes culpan a la ocupación de EEUU y a los sunís

Entretanto, el portavoz de la milicia chií "Ejercito del Mahdi", jeque Abdul Hadi al Darrayi, dijo en declaraciones a la televisión qatarí "Al Yazira", que la "ocupación" (militar estadounidense), "los takfiriyun" (extremistas islámicos suníes), y los seguidores del ex presidente iraquí Sadam Husein, eran responsables de esos ataques.

"Estos atentados se dan en el marco de los crímenes que perpetra la ocupación, los takfiriyun y los seguidores de Sadam. La agenda de EEUU para Irak tiene como objetivo a todos los iraquíes. Los ataques no tienen como blanco a dirigentes políticos sino a inocentes", recalcó Darrayi.

Por su parte, el Frente del Consenso Nacional Iraquí (FCNI), la principal coalición política árabe suní del país, manifestó su rotunda condena a esos atentados.

Un posible secuestro

El barrio es escenario en los últimos días de frecuentes enfrentamientos entre soldados estadounidenses e iraquíes contra milicianos chiíes o grupos terroristas.

Las tropas estadounidenses sospechan que el soldado Ahmed Qusai al Taayie, de origen árabe y de 41 años, ha sido secuestrado por las milicias chiíes radicales del Ejército del Mahdi y llevado a su feudo de Ciudad Sadr.

El miércoles se supo que el número de iraquíes muertos de forma violenta alcanzó un nuevo máximo en octubre, con 3.709 muertos civiles. Un informe de las Naciones Unidas alertaba además de que más de 2 millones de personas han abandonado sus hogares desde el inicio de la invasión estadounidense para huir de la violencia.

Toque de queda

Las autoridades han establecido un toque de queda indefinido en la ciudad, que esta mañana amanece desierta. Está prohibido el tránisto de personas y vehículos en todo el casco urbano.

Hoy es el día de oración musulmana, por lo que permanece la incóginta de cómo se acudirá a las mezquitas en pleno toque de queda.