El Vaticano da la sorpresa con su nuevo papa: Francisco I

El papa Francisco I (c), de 76 años, se acomoda su ropaje formal frente a miles de peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro, en el Vaticano.
El papa Francisco I (c), de 76 años, se acomoda su ropaje formal frente a miles de peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro, en el Vaticano.
EFE
El papa Francisco I (c), de 76 años, se acomoda su ropaje formal frente a miles de peregrinos reunidos en la plaza de San Pedro, en el Vaticano.

Su nombre ya sonó (y mucho) en 2005 durante el cónclave en el que Joseph Ratzinger salió elegido pontífice. Pero durante la votación de este miércoles muy pocos eran los que apostaban por que Jorge Mario Bergoglio, un cardenal argentino arzobispo de Buenos Aires, saliese de la Capilla Sixtina como obispo de Roma.

Y es que una vez más pareció cumplirse esa famosa máxima que dice que "el que al cónclave entra papa, sale como cardenal". Ninguno de los hombres que se perfilaban favoritos en los días previos al cónclave (como el arzobispo de Milán, Angelo Scola; el de São Paulo, Pedro Scherer; o el canadiense Marc Ouellet) aparecieron en el balcón de la basílica de San Pedro ante la multitud que se congregaba en la plaza bajo el mal tiempo de Roma.

Una sorpresa 

Aunque desde el comienzo del cónclave la elección del nuevo pontífice se presentaba muy abierta, la rapidez con la que se realizaron las votaciones matinales del martes hacía presagiar que el consenso llegaría pronto y el nuevo papa no se haría esperar.

La fumata blanca se alzó sobre el cielo de Roma a las 19.08 horas y casi una hora después, el protodiácono Jean-Louis Tauran, fue el encargado de anunciar la sorpresa: "Annuntio vobis gaudium magnun: Habemus Papam: Georgium Marium".

Tras él, el nuevo papa salió al balcón de San Pedro a pronunciar su bendición Urbi et Orbi. "Parece que los cardenales han ido a buscar al nuevo pontífice al fin del mundo", aseguró Bergoglio (desde ahora Francisco I) en referencia a su país, Argentina: será el primer papa no nacido en Europa y el primero que llega desde Latinoamérica, donde viven más de la mitad de los católicos del mundo. "Rezad por mi", repitió hasta en dos ocasiones.

Patrón de los pobres

Una vez elegido, es tradición que el papa cambie su nombre (ya lo hacía Jesús con sus discípulos según el Nuevo Testamento) para iniciar su pontificado. Los vaticanistas creen que el nombre escogido dice mucho de cómo será su trabajo al frente de la Iglesia. En este sentido, Bergoglio también ha roto moldes al elegir por primera vez el nombre de Francisco, en honor a San Francisco de Asís, patrón de los pobres conocido por su vida austera y simple. También es el patrón de Italia, un guiño al país más unido al Vaticano.

Y es que quienes le conocen aseguran que Jorge Mario Bergoglio es un hombre muy sencillo al que precede su fama de humilde: gusta de moverse en transporte público, disfruta como aficionado al fútbol (es declarado seguidor del San Lorenzo de Almagro), vive en un apartamento y conserva el trato de cuando era un sacerdote de provincia.

Perfil moderado

Pero más allá de su trato personal, en su labor como hombre de la Iglesia, el nuevo papa es un hombre de perfil moderado. Por un lado, tiene un talante progresista en lo que a justicia social se refiere. Conocido es en Argentina su enfrentamiento con Kirchner tras mostrar su preocupación por el aumento de la pobreza en el país.

Pero no menos sonado fue su oposición al matrimonio homosexual en Argentina en 2010, del que dijo "estar movido por el diablo", lo que le granjeó enemistad con el Gobierno y con parte de la sociedad argentina. Y es que, por el otro lado, Bergoglio es muy conservador en lo que a la defensa de la doctrina católica se refiere.

También es especialmente polémico su papel durante la dictadura argentina que gobernó el país entre 1976 y 1983, periodo durante el cual algunos le acusaron de mostrarse muy poco crítico  con la violación de derechos humanos y juicios políticos.

Un bonaerense hijo de inmigrantes

La nueva cabeza del catolicismo nació en Buenos Aires hace 76 años en el seno de un matrimonio de inmigrantes italianos. Su padre, Mario Bergoglio, trabajaba en los ferrocarriles argentinos. A los 21 años, tras licenciarse en químicas, ingresó como novicio en el seminario del barrio Villa Devoto, de la orden jesuita.

En 1969, a los 43 años, fue ordenado sacerdote y destinado a pequeños pueblos de Argentina. Más tarde ejerció como profesor de teología. Su gran salto llegó en 1998, cuando fue designado arzobispo de Buenos Aires, cargo que le dio una gran visibilidad y le convirtió en el gran referente del catolicismo de su país. Su salto a Roma llegó de la mano de Juan Pablo II, que lo nombró cardenal en 2001. Desde entonces forma parte de diversas congregaciones del gobierno de la Iglesia, aunque sigue como arzobispo en la capital argentina.

Su cargo, el próximo martes

Según informó el portavoz vaticano, Federico Lombardi, la misa de inicio de pontificado del papa Francisco I será el 19 de marzo, festividad de san José, patrón de la Iglesia. En este acto será en el que el nuevo papa reciba el anillo papal. Hasta entonces residirá en Santa Marta (la misma residencia dentro del Vaticano en la que se han hospedado los cardenales durante el cónclave) hasta que se acondicione el apartamento papal. 1.200 millones de católicos del mundo tiene nuevo pastor.

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